Servicios, comercio, hostelería e industria chacinera, principal apuesta en Vitigudino

Vitigudino se ha caracterizado desde siempre por ser punto de encuentro y cruce de caminos hacía las comarcas históricas del noroeste de la provincia salmantina, La Ramajería, El Abadengo y La Ribera, o Las Arribes como todos conocen ahora a este territorio que ha puesto en el mapa el Parque Natural Arribes del Duero. Pero desde hace ya varios siglos, hablar de Vitigudino es hacerlo de cabecera comarcal, y desde hace algunas décadas su significado se orienta a una gran oferta comercial y de servicios, faceta que aunque se ha visto ralentizada por la crisis económica primero y la pandemia después, se mantiene en gran medida gracias a su apuesta por la industrialización de terrenos, que ha facilitado la implantación de nuevas empresas y el crecimiento de otras ya asentadas en el municipio o en municipios de la zona.

Como municipio impulsor de la economía en la comarca, el Ayuntamiento pretende aprovechar esa gran oferta de suelo para “impulsar la colaboración público-privada que facilite la implantación de empresas generadoras de empleo que necesiten suelo y quieran instalarse en Vitigudino”, señala la alcaldesa del municipio, Luisa de Paz, quien asegura que uno de los ‘debes’ de Vitigudino es su falta de promoción, “dar a conocer lo bueno que tenemos y el potencial tremendo que posee Vitigudino por ser la puerta a las Arribes, con un paisaje espectacular y una naturaleza que es difícil encontrar en otros lugares, además de otros recursos que debemos saber explotar”.

Y en busca de esa promoción apuntada por la alcaldesa, por segunda vez el Ayuntamiento de Vitigudino acudía a Fitur, una edición en la que Vitigudino proyectaba su producto estrella, la chacinería, embutidos y jamón curado para mostrar a los visitantes el otro lado de su ventana, un Parque Natural y un importante patrimonio arquitectónico e histórico repartido por toda la franja noroeste de la provincia, un sector, el turístico, que comienza a despegar y sobre el que Vitigudino tendría mucho que decir como cabecera de comarca.

Vitigudino ha tenido desde hace ya algún tiempo varios sectores principales que se unieron al comercio y a la ganadería, entre los que destaca la industria cárnica ligada al vacuno de carne y al porcino con la elaboración de embutidos, y la hostelería. Aunque la despoblación se percibe mayormente en los pueblos más pequeños, esta afecta a la cabecera de comarca, una situación de la que Vitigudino trata de sobreponerse con una apuesta clara por la calidad de sus servicios y productos que aquí se elaboran.

Es ejemplo de esto último su industria cárnica, con varias empresas dedicadas a la elaboración de embutidos y curado de jamones cuya producción se comercializa en puntos de distribución repartidos por toda la Península Ibérica, jugando un papel fundamental en los últimos años la venta online y el transporte en vehículos frigoríficos de productos frescos y envasados al vacío, carne de ternera de primerísima calidad procedente de animales que pastan en régimen de extensivo.

Pero si su industria cárnica y chacinera cobra un gran peso en la economía de Vitigudino, no lo es menos el sector hostelero, con una gran variedad de establecimientos que cubren como pocos lugares todos los gustos, pero además con una oferta en la realización de tapas de calidad casi indescriptible. Esta amplia oferta hostelera se complementa con el sector servicios, bancos, veterinarios, talleres de automóviles, supermercados, tiendas de ropa, ferreterías, panaderías…, componen un gran centro comercial que los martes se ve acompañado del tradicional mercadillo, jornada en la que confluyen cientos de personas procedentes de localidades de la zona que acuden a Vitigudino para realizar gestiones, hacer sus compras y, de paso, disfrutar de una caña o un vino acompañado de una exquisita tapa.