Tres años de cárcel para al administrador salmantino que se quedó con más de 560.000 euros de clientes

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado en todos sus términos la condena de tres años de prisión, más el pago de una multa de diez meses con una cuota diaria de 12 euros y la indemnización de más de 840.000 euros, a un trabajador de una empresa de tasaciones inmobiliarias que desvió de las cuentas bancarias de la entidad a otras personales un montante superior a los 560.000 euros, procedente de provisiones de fondos que habían dejado clientes para gastos de notaría, registros e impuestos y que luego él no realizaba.

El fallo de la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, desestima el recurso del condenado y confirma íntegramente la sentencia de la Audiencia de Salamanca, de fecha 31 de mayo de 2022, que consideró probado que el hombre trabajó en la empresa de 2002 a 2014 en las delegaciones de Valladolid y Salamanca y se apropió del dinero, sin que tuviese conocimiento la entidad para la que trabajaba, hasta que la Agencia Tributaria informó a los clientes de que los pagos no habían sido realizados, más la petición de multas y otros recargos, según la información del Gabinete de Prensa del Alto Tribunal castellanoleonés recogida por Europa Press.

Posteriormente, el ahora condenado reconoció la deuda y abonó 139.000 euros, sin que llegase a pagar después el resto de lo reconocido, por lo que el fallo judicial ahora confirmado le impuso la pena de tres años de prisión, más la multa y la indemnización, por el delito continuado de apropiación indebida.