Respetuosa ronda de reverencias al Cristo del Silencio
Al igual que el año pasado, los fieles no pudieron besar los pies de la histórica imagen
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración-Cofradía del Silencio de Ciudad Rodrigo tuvo en la tarde del Martes Santo en el interior de la Iglesia de San Pedro-San Isidoro su primera gran cita de la Semana Santa 2023: el todavía denominado Besapiés al Cristo del Silencio, aunque por segundo año consecutivo, y pese a que la pandemia del coronavirus ya ha quedado atrás, los asistentes no llegaron a besar los pies de la histórica imagen, sino que únicamente fueron haciéndole reverencias.
De forma previa a que todos los fieles pasasen por delante, el Cristo del Silencio fue descendido por miembros de la Hermandad del Presbiterio del templo, depositándolo en un primer momento sobre la mesa del altar, hasta la entrada en escena de los encargados habituales de cogerlo, junto a los que hicieron acto de presencia un estandarte de la Cofradía, varias banderas, dos Hermanas Mayores de este año, y un tambor, que estuvo sonando en todo momento.
La primera persona en hacer la reverencia al Cristo del Silencio fue el capellán de la Cofradía, Ángel Martín Carballo (que había presidido con anterioridad la segunda sesión del triduo organizado para estos días, en el que se recordó a los cofrades difuntos). Tras ello, lo hicieron Fernando Dias-Bailón, representantes de las otras cofradías mirobrigenses, y a partir de ahí, el resto de fieles asistentes (entre los que estuvo la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, Beatriz Jorge Carpio).
En el momento de pasar por delante de la imagen para hacer la reverencia, se pudieron recoger estampas de la Cofradía y hacer donativos en un cestillo. Como no hubo Besapiés como tal (y por ende no hay que acercarse del todo a la imagen y posteriormente limpiarla), el acto volvió a ser bastante ágil como el año pasado. Una vez pasaron todos los que quisieron, el Cristo del Silencio fue llevado a la parte trasera de la Iglesia de San Pedro-San Isidoro, donde quedó colocado para que lo contemplen de cerca todos los que pasen por allí estos días.