Una propuesta de paz para Ucrania

Es asombroso la similitud de la última guerra mundial (un país agresor dirigido por un tirano que pretendía devolver el honor y el orgullo a sus compatriotas tras las pérdidas territoriales, las imposiciones y las humillaciones de la primera guerra mundial –amén de una política imperialista-, y un país invadido al que salieron a proteger las potencias occidentales), con la actual guerra que desde hace un año asola Europa de nuevo (un país agresor dirigido por un déspota que pretende devolver el honor y el orgullo a sus compatriotas tras las pérdidas territoriales, las imposiciones y las humillaciones derivadas del fin de la guerra fría y el desmantelamiento del bloque soviético –amén de una política imperialista-, y un país invadido al que salen a proteger las potencias occidentales).

También permanece idéntico en ambos casos el comportamiento de los europeos que a fin de cuentas son los que ponen el dinero, el dolor y los muertos, que asisten ajenos a la toma de decisiones y a la escalada bélica como si con ellos no fuera el genocidio, creyendo que un milagro detendrá los horrores o un rayo celestial fulminará al autócrata. Ahora, sin embargo, hay dos factores que diferencian esta guerra: El agresor es la segunda potencia nuclear mundial con lo que hay que descartar su derrota en cualquier escenario imaginable; y el segundo factor es la existencia de redes sociales que, por primera vez en la Historia, permiten a los ciudadanos anónimos huir del amodorramiento suicida y participar en la toma de decisiones. ¿Cómo? Generando propuestas de paz que persigan el fin del conflicto armado y enviándoselas por millones a todos los dirigentes implicados en la actual atrocidad.

Aún estamos a tiempo. Ahí va mi propuesta de paz que se resume en cuatro puntos:

1º Alto el fuego inmediato; salida de las tropas ucranianas y rusas de los territorios que están en guerra desde 2014 cuando las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Luhansk (RPL) se declararon independientes de Ucrania; salida de tropas rusas de la autoproclamada República de Crimea y de la ciudad de Sebastopol que desde 2015 se integraron en la Federación Rusa como sujetos federales; y establecimiento de fuerzas de interposición de la ONU (cascos azules).

2º Creación de un “estado tapón” desmilitarizado, libre, independiente y soberano en los territorios bajo la supervisión de la ONU (negociación y referéndum en y por este organismo internacional para fijar los territorios de este nuevo estado para que, además de las ciudades y sus áreas de influencia de Donetsk, Makéyevka, Horlivka, Lugansk y Alchevsk, Crimea y Sebastopol, establecezca si comprende algunas de las ciudades de Mariúpol, Kramatorsk, Jersón, Sloviansk, Lisichansk, Zaporiyia y Severodonetsk).

3º Compromiso de la Federación Rusa de no realizar nuevas injerencias ni agresiones armadas.

4º Compromiso de la OTAN de no integrar nuevos territorios del antiguo bloque soviético en su estructura militar.