Ángel Hernández Ballesteros, Manuel Tapia Barrios, Miguel Ángel Hernández Zarza, Julián Barrios Chaves, Rafaela Rivas Moya, Mercedes Villarón Hernández y María Pilar Corral Marcos recibían sus correspondientes blusas y mandiles como matanceros y mondongueras 2023
Este sábado los vecinos de Cipérez volvían a vivir una nueva edición de la matanza tradicional. Decenas de personas se sumaban a esta gran fiesta gastronómica en torno al cerdo y todo lo que le rodea, en esta ocasión con una gran cochina ibérica que rondaba los 320 kilos de peso, ejemplar donado al pueblo de Cipérez por el ganadero Eloy Vaquero Martín, el cual se sentía muy orgulloso de contribuir a la fiesta en su pueblo.
La jornada arrancaba con el desayuno típico matancero, en el que no podían faltar las famosas obleas de Cipérez Pan de Ángel, los mantecados de Aris y Amparo, y los dulces de Josita, Mini Market Alba y sardinas en aceite, todo ello acompañado de aguardiente de La Ribera en el parque.
Con este rico 'aperitivo' comenzaban las labores matanceras Balta y Carlos ayudados por Matías García, chamuscado, raspado, lavado y posterior despiece, proceso que estuvo animada por los tamborileros Bruno González, de Alba de Tormes; y Marcos García, de Cipérez.
Y mientras los matarifes y sus ayudantes daban cuenta de la cochina, un grupo de colaboradoras preparaban la comida, 150 kilos de patatas meneás con sus correspondientes torreznos, además de hígado encebollado.
A continuación tendría lugar la designación de los matanceros de Honor y Mayor, así como de las Mondongueras 2023, acto que fue dirigido por el alcalde de la localidad, Francisco Alonso. Recibieron sus respectivas blusas y mandiles, así como un diploma, Ángel Hernández Ballesteros, Manuel Tapia Barrios, Miguel Ángel Hernández Zarza, Julián Barrios Chaves, María Pilar Corral Marcos, Rafaela Rivas Moya y Mercedes Villarón Hernández.
Finalizados los actos matanceros, el público asistente dio cuenta unas ricas patatas meneás con torreznos e hígado encebollado. Y tras este típico almuerzo tampoco faltaría el café de puchero hecho a la lumbre con tizón incluido.
Entre el público asistente cabe destacar una familia procedente de Santa Cruz de Tenerife, que cambiaban sus fiestas del Carnaval por la matanza tradicional de Cipérez, una novedad para Sandra y sus hijas.
La tarde daría paso a juegos tradicionales, y ya con el sol a punto de ponerse, estaba prevista una nueva degustación de productos asados del cerdo que harían de merienda.