Un libro para recordar la figura de la bejarana Aurora Calvo
Imagen de archivo
La joven que falleció en la década de los años treinta recibió hace un año el nombramiento de venerable por parte del Papa Francisco.
Aunque su nombre sigue presente en algunos edificios municipales, son cada menos quienes ponen rostro y hechos al nombre de Aurora Calvo. “lo he hecho por mi ciudad y por esta mujer que me ha cautivo y que en las generaciones actuales ha caído en el olvido” destaca el presbítero Guillermo Gómez, autor del libro sobre esta bejarana que se presenta este viernes en el CMC San Francisco, a las 18.30 horas, con entrada gratuita.
El libro lleva por título “La venerable Aurora, ilumina la Verde Maravilla”, trae al presente con un toque actual, la vida de esta joven “que encarna los valores y el humanismo que tanto se echan en falta en estos tiempos “afirma Guillermo Gómez. El autor estará acompañado por Jacinto Núñez, Vicario General de la Diócesis de Plasencia.
¿Quién fue Aurora Calvo?
Hija de una familia dedicada a la industria textil, Aurora Calvo Hernández-Agero nacía en Béjar el 9 de diciembre de 1901. Desde muy pequeña mostró su inclinación hacia la fe y la piedad, demostrando enormes virtudes de humildad, amor a los necesitados y entrega a Dios. Siendo adolescente, quiso ingresar en una orden religiosa pero tuvo que renunciar a ello para para dedicarse al cuidado de su madre. Prueba de su amor a Cristo y de su devoción absoluta son las numerosas cartas espirituales que envía a distintas personas y en las que muestra su cariño por los más necesitados. Eso le lleva a ir aumentando en su entrega y en el ejercicio heroico de sus virtudes, que va creciendo exponencialmente con el paso de su vida. En sus últimos años tiene muchos sufrimientos físicos y morales, aunque los recibe como un regalo de Dios, al que se había ofrecido. Profunda admiradora del Sacerdocio, fallece en Béjar debido a una bronconeumonía el 22 de noviembre de 1933, antes de cumplir los 32 años.
Proceso de beatificación
Se inició en el proceso de beatificación en 1985 en Puerto Rico, causa que retomaba en los albores de 2016 el Obispado de Plasencia tras una reunión del entonces obispo, don Amadeo Rodríguez, con el Papa Francisco. El propio Pontífice el que recomendó primeramente el nombramiento de Venerable, como primer paso de todo este proceso, que se hacia efectivo en 2022.
