Qué son los riesgos financieros y cuándo tenerlos más en cuenta

Son numerosos los factores que, de una u otra manera, afectan a la evolución de una empresa. No importa si se trata de un pequeño negocio, una PYME de cincuenta empleados o incluso una multinacional: en todos los casos influyen aspectos que pueden ser no solo de tipo económico, sino también humano, jurídico, etcétera. Hoy hablaremos de uno relacionado directamente con el factor monetario. Nos referimos a los riesgos financieros.

En concreto, averiguaremos qué son exactamente y profundizaremos en los diversos tipos que hay. Además, daremos a conocer las situaciones en las que conviene tenerlos muy en cuenta.

Inseguridad, cambios y posibles pérdidas

Aunque hay excepciones, en líneas generales una empresa tiene un principal objetivo muy claro: hacerse con la mayor cantidad posible de beneficios. Para la obtención de más ganancias son varios los métodos, sistemas o consejos a aplicar, aunque no siempre es fácil conseguir el resultado de ver incrementada la facturación, por mucho que se fomente la productividad.

Es por ello que algunas empresas acaban optando por invertir. En este caso el objetivo consiste en potenciar la capacidad económica de la compañía con tal de que el resto de aspectos que también afectan a la evolución del negocio puedan ir mejor al disponer de una mayor liquidez para tratar con ellos. Por ejemplo, el factor humano: al notar una falta de compromiso o motivación, se puede destinar una parte de los beneficios a realizar una actividad de team building.

Contar con más liquidez es esencial para las empresas, por lo que algunas dan el paso de llevar a cabo una serie de inversiones. Pero, ¿sabías que incluso las más seguras traen consigo un cierto riesgo?

Es probable que consumiendo contenidos de Castilla y León Televisión o de cualquier otro canal hayas visto un anuncio en el que aparece un indicador: 1/6. Esto significa que, a priori, es poco arriesgado optar por ese producto financiero. Sin embargo, esto no implica que no pueda producirse algún tipo de contratiempo más adelante.

El riesgo financiero es básicamente esa probabilidad que asume el negocio de que termine sucediendo algo negativo, lo cual afectaría con una mayor o menor gravedad a las inversiones realizadas. Así pues, tarde o temprano también pasaría factura a la empresa en sí.

No es la única definición de riesgo financiero, puesto que también admite otras como la de la inseguridad que traslada cada cambio que tiene lugar en el ámbito en el cual decide operar, sea cual sea: divisas, acciones, etcétera.

Precisamente ahora que hemos hablado de varios mercados, hay que decir que algunos de ellos son más volátiles, siendo un claro ejemplo el sector de las criptomonedas. La incertidumbre de no saber si mañana la criptodivisa en cuestión costará mucho más o menos que ahora también forma parte del riesgo financiero que asumen las empresas.

Aquí no termina la lista de definiciones. Y es que el riesgo financiero, como puedes ver, abarca numerosos conceptos, siendo todos ellos negativos. Otro de los más temidos, sobre todo por las PYMEs, se resume en que resulte imposible devolver el capital, indistintamente de cuál sea la parte afectada en este sentido. El valor de la empresa acabaría disminuyendo, lo cual en caso de realizarse una due diligence podría echar atrás a los posibles compradores u obligarles a hacer una oferta bastante baja.

Hay varios tipos de riesgos financieros

Obviando lo referente a las inversiones, hay muchos otros aspectos que entrañan riesgo financiero para una empresa. De hecho, pueden dividirse en varios tipos, pero en todos los casos si se producen afectarían a los recursos y la capacidad económica del negocio perjudicado.

El de la inflación es uno de los más comentados en la actualidad, ya que a pesar de que España presenta una de las tasas más bajas de toda Europa, sigue siendo un nivel elevadísimo. 2023 es el momento en que hay que tener muy en cuenta este indicador.

Por otra parte, el riesgo de crédito siempre debe ser convenientemente valorado. Y es que para una empresa, sobre todo si es de mediano o pequeño tamaño, el hecho de que no le paguen a tiempo puede suponerle un contratiempo de considerable gravedad.

A su vez, el riesgo de interés también ha de ser tenido en cuenta sobre todo en épocas como la actual. El Euribor está por las nubes y todo parece indicar que los tipos seguirán subiendo, lo cual podría afectar de lleno a las empresas.

Aquí no termina la lista de riesgos financieros. A los ya comentados hay que sumar otros que también son muy importantes, tales como los riesgos políticos que hacen referencia a la inestabilidad que hay en determinados territorios -debiendo tenerlo muy en cuenta sobre todo antes de unas elecciones-. También se asumen riesgos financieros de tipo legal, operacionales e incluso de liquidez que podrían dar pie a no verse la empresa capaz de abonar las nóminas a sus propios empleados.