Como norias

Cada semana tenemos múltiples oportunidades de reinventarnos pero no lo hacemos. Repetimos como un disco rayado nuestros errores que pueden perjudicar a quienes nos rodean.

Cada semana trabajamos con un sentido y un rol social. Especial ha sido un teatro que han hecho nuestros chicos en el espacio “ Al margen”. Se han contado con humor, han dado alguna puyita a la escuela tradicional que los expulsa y nos han emocionando cantando y bailando. Es un espacio curioso y bohemio en el que también vendieron cremas y ungüentos hechos con plantas, pizzas cocinadas por ellos, y cerámicas del taller de barro. Un ambiente un poco hippie, sano, con mucha diversidad porque nuestras chicas ya van teniendo su público.

Fue una revolución femenina donde lideraban educadoras. El poder terapeútico del teatro se demostró otra vez. Vino un chico fugado a decir sus frases y seguiría fugado hasta el lunes. También alguna hija de educadores actúo con las chicas de la Casa Escuela compartiendo lo más importante de nuestras vidas con nuestros alumnos. Mi experiencia personal con mis hijas ha sido muy positiva para ellas cuando han participado en Marruecos, en viajes y cuando ahora colaboran desde sus estudios o formaciones.

Alguien me recordó el mito de Sísifo donde Camús nos hace reflexionar sobre el hombre absurdo. Sísifo castigado por los Dioses sube una roca a la cima de una montaña una, otra vez cayendo en cada ocasión. Así toda una vida.

Es habitual encontrar quejas en gremios de profesores , médicos, jueces, etc. Yo lo relativizo poniendo la perspectiva en la vida manchada de nuestros chicos diamante o en la población del Congo con materias primas que explotamos países extranjeros, como el coltán y no va en beneficio de los vecinos autóctonos.

Según UNICEF, habría cerca de 40.000 menores trabajando en las minas de mineral en el país.Estamos saturados de informaciones criminales que no afectan aparentemente en nuestro día a día que disminuimos nuestra tolerancia a la frustración y tenemos la indecencia de creernos el centro del mundo.

Por eso, intentaremos en la próxima obra de teatro aportar soluciones a injusticias globales sin pecar de ombliguismo. Nuestro propósito de integrar ecosocialmente a los “últimos”. Se tambalea cuando la normalidad es mala, desigual, egoísta, discriminatoria.

Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida. Ante un cuadro de Tiziano, 1549. No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible.