¿Cuándo hay que hacer las revisiones del gas? ¿Quién se encarga? ¿Cuánto cuestan?

La instalación del gas debe pasar una inspección completa cada 5 años para comprobar que es segura. Además, las calderas de gas deben ser revisadas una vez cada 2 años, y las otros combustibles se revisan cada año. Ambas revisiones, caldera e instalación, son necesarias, pero independientes. ¿Quién se encarga de hacer cada una? ¿Cuánto cuestan? La OCU lo explica.

Una gran parte de los hogares españoles disponen de instalación de gas para cocinar, para calefacción o para tener agua caliente. El suministro de gas puede ser por gas natural o propano canalizado o bien en botellas o bombonas de butano, propano o con un depósito. Según los informes del IDAE, el gas natural representa el 25% del consumo total de fuentes energéticas en el sector residencial en España.

Objetivo: instalaciones seguras

El gas implica ciertos riesgos, por eso, sea cual sea el tipo de gas y su forma de suministro en tu vivienda, es imprescindible que la instalación sea segura y aplicar las medidas de protección que nos ayudarán a minimizar o evitar los accidentes. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre la seguridad de tu instalación de gas.

Inspección de las instalaciones de gas

• ¿Cuándo? Cada 5 años.
• ¿En qué consiste? Se revisa el funcionamiento y la estanqueidad del contador, las tuberías, las llaves y gomas y el estado de conservación.
• ¿Quién lo hace? La empresa distribuidora del gas (Gas Natural, Endesa...) debe comunicar 3 meses antes que se ha de realizar la inspección. El consumidor, si lo desea, puede contratar su propia empresa habilitada para ello. Si la distribuidora no recibe la documentación enviará, como se ha hecho siempre, su propio personal para realizar esta inspección, de la que tendrá que avisar unos días antes.
• ¿Quién lo controla? Las propias compañías distribuidoras deben velar por que se efectúe la revisión.
• ¿Cuánto cuesta? Se cobran dos conceptos. Por un lado, los gastos de gestión de la distribuidora son fijos (12,80 euros) y hay que pagarlos siempre. El segundo es la inspección en sí misma. Si hemos optado por nuestra propia empresa, el precio será el acordado con ella. Si la va a realizar la distribuidora, el precio es el regulado por la comunidad autónoma. Suele rondar los 30 o 35 euros, pero las variaciones son importantes. En algunas comunidades, como La Rioja, el precio pueda caer hasta los 21,50 €. Si se solicita una cita personal (no aceptas las opciones de la empresa distribuidora), el coste de operación subirá. Si la instalación de gas es comunitaria se debe añadir el coste de la inspección de la instalación común, lo que encarecerá el precio en unos 10 euros.
• ¿Cómo se paga? La inspección se paga siempre a través de la factura de gas de nuestra compañía comercializadora. Aunque hayamos contratado a nuestra propia empresa, el pago siempre lo tiene que gestionar a través de la distribuidora, que posteriormente se lo pasa a la comercializadora. Por eso hay rechazar siempre pagar al técnico que va a hacer una inspección de la instalación de gas canalizado.
• ¿Qué ocurre si no la hago? Si, tras varios avisos, un usuario no ha realizado la inspección, la distribuidora le cortará el suministro alegando que no ha podido comprobar que la instalación funciona de forma segura.

Cuestiones prácticas

• La inspección tiene que anunciarse por carta y habrá carteles anunciándola en el portal o la escalera con al menos 5 días de antelación.
• Si no se pudiera realizar la visita por encontrarse ausente el usuario, el distribuidor tiene que indicar la fecha de una de una segunda visita.
• No dejes entrar en casa a nadie que no esté identificado.
• No pagues nunca a quien realiza la inspección (lo pagas en la factura del gas).
• En caso de que se detecten anomalías, habrá que corregirlas (o en el momento o más adelante). Si las anomalías no pueden arreglarse en el momento, se interrumpirá el suministro y se precintará la parte de la instalación afectada.

Revisión de calderas y aparatos térmicos

La revisión de los equipos consiste en comprobar que los aparatos que usan gas funcionan correctamente y en valorar su eficiencia energética, fiabilidad y seguridad. La periodicidad de este servicio depende del tipo de aparato que se deba revisar.

Para los calentadores de agua (hasta 24,4 kW), el intervalo es de 5 años, mientras que los aparatos de aire acondicionado o aerotermia se deben revisar cada 4 años. Las calderas precisan revisiones cada 2 años si son de gas o revisiones anuales si son de otros combustibles como gasoil o pellets, aunque si el fabricante lo especifica en el manual de mantenimiento, puede reducir el tiempo entre cada revisión de la caldera.

• ¿En qué consiste? En revisar que el funcionamiento del equipo es correcto, asegurando su eficiencia energética, durabilidad y seguridad.
• ¿Quién la hace? Fabricantes de calderas y compañías comercializadoras de gas venden un servicio de mantenimiento que incluye la revisión. Si no quieres tener este servicio, que cubre en parte las posibles averías, puedes contratar por tu cuenta la revisión con un profesional independiente.
• ¿Quién controla? Deberían hacerlo las comunidades autónomas.
• ¿Cuánto cuesta? El precio de la revisión es libre, pero ten en cuenta que a partir de 90 euros hay fabricantes que ofrecen esta revisión dentro del contrato anual que incluye también las posibles averías que surjan (mano de obra). Las compañías de gas ofrecen estos servicios de mantenimiento por un importe mayor, aunque en ocasiones es más completo. Si vas a solicitar solo la revisión, consulta con varios profesionales.

Cuestiones prácticas

• Las compañías de gas reservan las mejores tarifas para clientes que contratan el servicio de mantenimiento.
• La revisión de las calderas evita averías y previene el mal funcionamiento, pero con hacer una cada 2 años es suficiente.

  Seguridad ante todo

  La mejor manera de garantizar la seguridad es que la instalación del gas y los equipos pasen sus inspecciones y revisiones. Pero además, hay algunas medidas de seguridad que conviene conocer para evitar accidentes, incluso cuando se produce algún fallo en la instalación.

Consejos para una instalación de gas segura

• Ante todo, recuerda que cualquier modificación y manipulación de las instalaciones debe hacerla un profesional cualificado.
• Las estancias en las que están instalados aparatos de gas deben tener ventilación suficiente. Si hay rejillas en la parte inferior y superior de la habitación, no las tapes nunca y manténlas limpias de pelusas o suciedad para que haya una buena circulación del aire.
• Los calentadores y calderas deben tener una salida de humos con el tiro suficiente. Actualmente, todos los modelos que se instalan en el interior de las viviendas tienen un tiro forzado. Para que funcione correctamente, es vital mantener la presión de la caldera dentro de los límites correctos que especifica el modelo.
• En los modelos antiguos de calentadores, la llama piloto está al descubierto: vigila que es azulada y recta. Cuando es más amarillenta o no es demasiado continua, puede indicar mala combustión. Por la noche, es mejor apagarlo porque evitas riesgos y consumo de gas.
• Si tienes una caldera o un calentador de gas no estancos en la cocina, no enciendas la campana extractora mientras están funcionando, ya que toman el aire del interior de la estancia. Se puede generar una falta de oxígeno que haga que la combustión de la caldera sea mala y produzca monóxido de carbono, un gas inodoro e incoloro, tóxico para los seres humanos. Muchas de las instalaciones apagan automáticamente la caldera al encender la campana y viceversa, pero si tu instalación no cuenta con ello, ten esto en cuenta.
• Si detectas olor a gas en la vivienda, ventila rápidamente abriendo las ventanas. No acciones ningún interruptor que pueda generar un chispazo que provoque una explosión. Para comprobar si hay fugas en un aparato, puedes ir cerrando las llaves de cada uno y observar si el contador sigue corriendo, aunque lo hará seguramente muy despacio. Ante cualquier contingencia de este estilo, lo mejor es llamar rápidamente al servicio técnico.
• Si te vas a ausentar por unos días de casa, cierra la llave de paso general.
• Si tu instalación es de butano o propano, cambia la goma que va de la botella a la cocina o al calentador cuando llegue su fecha de caducidad (la tiene escrita). Es una operación sencilla: afloja las bridas, saca la vieja, conecta la nueva a las boquillas y aprieta bien las bridas.