Concha Mateo presenta este jueves su primera novela en la librería Víctor Jara

Turolense de nacimiento, Concha Mateo estudió en Salamanca y se enamoró de una ciudad que ahora recrea en su primera novela, una vez dedicada por entero a la escritura tras ganar varios concursos y publicar algunos de sus cuentos y microrrelatos en diferentes Antologías. 'Miradas desde el puente' es su primera novela, y en ella narra la vuelta a la ciudad de su protagonista, quien se enfrentará a sus propios recuerdos y a una huida precipitada que dejó muchas preguntas.

Un regreso y una estancia que la autora sitúa muy acertadamente al otro lado del puente, símbolo de una Salamanca que recorre la autora con minucia, apasionamiento y conocimiento. Para quienes vivimos constantemente el trasiego de la ciudad letrada, comprobar cómo su imagen se guarda en aquellos que la disfrutaron durante su etapa de estudiante y la evocan con devoción, es un ejercicio hermoso que, además, cuenta con las imágenes fotográficas de José Amador Sánchez para ilustrar la belleza de una Salamanca que mira al río.

Las fotografías -una lástima que no adorne una de ellas la portada- sitúan las idas y venidas de una Elisa que vivió la ciudad maravillada en su época de estudiante “Qué joven era cuando llegué allí. Recuerdo contemplarlo todo embobada. En aquel momento pensé que Salamanca era la ciudad más ecléctica que conocía”, y que a lo largo de la novela, se enfrenta a los efectos del tiempo y el equívoco vital de los personajes que dejó tras su etapa de estudiante y que resuelve como una bien medida trama.

Novela que homenajea el recuerdo de una ciudad siempre presente en la memoria de autora y protagonista, tiene la virtud de recorrer la ciudad desde la admiración y el conocimiento. Y sus palabras trenzan una actualidad que se mezcla con el pasado estudiantil, precario, feliz y juvenil de personajes que han madurado a golpes de ocultamiento. Sin embargo, es el recorrido por esta Salamanca bellísima de paisaje y paisanaje lo mejor de esta novela ágil. Un libro que nos devuelve la importancia de la ciudad como escenario de obras literarias, cinematográficas… y que representa, a través del símbolo del puente, la unión de las dos orillas: el pasado, el presente, la memoria y la vida que no cesa. Como el agua que corre bajo el puente del que mira Concha Mateo a través de las fotografías de quien mejor retrata la ciudad salmantina: José Amador Sánchez.