¡Pa’lla voy!

¡Qué se puede decir tal y como están las cosas!. Pues que hay que resistir y confiar en que vendrán tiempos mejores, tal vez los Reyes Magos nos dejen algo que merezca la pena. Porque aunque nos estamos acercando, inexorablemente, a esas fechas de paz y amor que se anuncian por todas y cada una de cada esquina, lo cierto es que el horno no está para bollos, no porque este aún frio, al contrario, está demasiado caliente.

Como está la cosa no sé si recordar las palabras de Martin Luther King: Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol. O las de Friedrich Nietzsche: La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre.

Los partidos progresistas se pelean entre ellos ya sin ningún tipo de disimulo, si antes había desacuerdo en los fondos ahora también lo hay en las formas. Y todo este sindiós da munición a la oposición que, tras su interminable campaña electoral para las municipales del año próximo, recibe nueva ‘munición’ con la que alimentar su agotado, viejo, y repetido hasta la saciedad, discurso.

Ministros que corrigen a Ministros, Barones que se enfrentan con Barones, Tribunales que pueden corregir lo aprobado por el Congreso de Diputados, rivalidad entre los dirigentes de los partidos para ver quien dice el mayor sin sentido. La sanidad en huelga, los patronos que rompen con los sindicatos.

Lo único que parece mantenerse congelado en el tiempo, además del tradicional encendido de las luces de Navidad y la reivindicación de Esquerra Republicana por lograr la independencia de Cataluña (ya lo escribiré con ‘y’ cuando la consigan); es la falta de educación de nuestros dirigentes, bueno igual se ha incrementado un poco, como los precios. La ley es: "Prohibido rendirse". Respira hondo y sigue adelante. Dice un popular anónimo´, pues habrá que hacerle caso.

Quizás la única noticia buenas que se aproxima, es el final del vergonzoso Campeonato Mundial de Fútbol de Qatar, que nos hemos enterado, ¡a estas alturas!, que lo compraron los emires cataríes con inmensas cantidades de petrodólares.

Yo por mi parte creo que voy a optar por seguir el consejo de Marc Anthony en su canción Pa’lla voy: Si hay una fiesta pa'llá voy. Si hay una rumba, pa'llá voy. Con buena música y alcohol, cuando me llamen, pa'llá voy. Les dejo el enlace para que la escuchen, escuchar y bailar la salsa siempre levanta el ánimo y nos hace mucha falta.

https://www.youtube.com/watch?v=1EarnVR8_Og

Nos vemos.