FUNDOS acaba con el convenio a 75 años para Los Águila ante el incumplimiento del Ministerio

A día de hoy todavía no es perceptible por la ciudadanía (ya que está abierto con normalidad tanto a la cultura como al turismo), pero el Palacio de Los Águila de Ciudad Rodrigo ha empezado a sufrir una revolución que va a cambiar por completo su futuro, una vez fructifiquen los planes que tiene para el lugar su propietaria, la Fundación Obra Social de Castilla y León, FUNDOS (‘descendiente’ de Caja Duero), que hace unos días ha cogido las riendas de la gestión, tras algo más de dos décadas cedida al Ministerio de Cultura.

Como recordarán los mirobrigenses, el emblemático Palacio de Los Águila -construido en el siglo XVI y ampliado en el XVII- fue vendido por la familia Bernaldo de Quirós en el año 1999 a Caja Duero, que decidió en aquel momento ceder la gestión del inmueble al Ministerio de Cultura por un período de 75 años, a cambio de que se crease en el Palacio una subsede del Museo Nacional de Escultura (cuya sede principal está en Valladolid).

La ruptura con el Ministerio

Como se sabe, esta subsede –que debía haber tenido como estrella el grupo escultórico de El Calvario de Juan de Juni- nunca ha llegado a ser una realidad, descartándolo por completo el actual ministro de Cultura Miquel Iceta el pasado mes de junio en una comparecencia en el Senado. Ante este incumplimiento del motivo que originó la cesión de Caja Duero al Ministerio, la entidad actualmente propietaria del Palacio, la Fundación FUNDOS, ha decidido poner punto y final a ese convenio a 75 años, mediante su denuncia como corresponde en términos legales.

Este proceso jurídico de retrocesión del dominio del inmueble ha llegado a su conclusión en los últimos días, tal y como explicó en la jornada del lunes a Ciudad Rodrigo Al Día José María Viejo del Pozo, Director general de FUNDOS, que como decíamos más arriba, es ‘descendiente’ de Caja Duero. En concreto, FUNDOS es una entidad de nuevo cuño creada en el año 2016 para encargarse de la obra benéfico-social y la atención del Monte de Piedad de lo que se conoció en su última época como Caja España-Duero (antes de su integración en Unicaja Banco).

Como resalta José María Viejo, FUNDOS es un ente que se ha creado “de cero” (apenas había un empleado en el inicio y ahora ya tienen 40), estableciendo como punto de partida un Plan de reordenación patrimonial del “extenso” catálogo de inmuebles que le quedaron asignados (unos 100), en el que figuraba el Palacio de Los Águila, el más extenso de Ciudad Rodrigo, como recordaba Tomás Domínguez en el programa Un País Mágico.

Dentro de este Plan (que obviamente se ha visto afectado por la pandemia), se enmarca la decisión, “por responsabilidad”, de romper el convenio con el Ministerio “tras más de 20 años de situación anómala”, en los cuales el ente ministerial depositó la responsabilidad de la gestión directa en la Fundación Duques de Soria, que llevaba alrededor de una década sin organizar actividades propias (por ejemplo quedó abandonado el proyecto del Centro Hispano Luso de Patrimonio).

Nueva etapa

José María Viejo indica que su decisión en torno al Palacio de Los Águila “no es improvisada” (de hecho el proceso jurídico ha sido un poco largo), subrayando que el inmueble “es tan importante como cualquier otro activo de la Fundación”, que en su “corto” trayecto de seis años ya ha impulsado proyectos de relevancia, como el Museo Casa Botines Gaudí en León, que se ha convertido en el 2º museo más visitado de Castilla y León.

Una vez ya han recuperado la gestión, FUNDOS tiene previsto “impulsar un proyecto cultural” para el Palacio de Los Águila que especialmente “contribuya a la dinamización del entorno; impulsando la cultura de la ciudad, y generando un valor en el ámbito cultural y turístico”. Este proyecto se encuentra en proceso de definición, para lo cual los técnicos de la Fundación están visitando el inmueble, para recabar toda la información y ver sus posibilidades (de todo tipo, incluido por ejemplo en materia de seguridad o accesos).

José María Viejo señala que “exige una reflexión sobre las posibilidades del edificio, que son muchas, y desarrollar un plan de uso”, definiendo un proyecto cultural “sólido y viable para dinamizar el entorno”. Por ejemplo, una de las posibles ideas sería traer a Ciudad Rodrigo fondos pertenecientes a la Fundación, para que queden expuestos de forma permanente, pero para poder exponer cuadros o esculturas habría que hacer una inversión en materia lumínica y de temperatura, ya que a día de hoy el Palacio carece de esos requisitos.

Conversaciones con distintas administraciones

Dentro de este proceso se está “hablando con todas las partes” implicadas de un modo u otro, incluido pese a su adiós con el Ministerio de Cultura, a quién se agradece su “esfuerzo” durante estas dos décadas, ya que sin el mismo “el edificio no estaría en el estado de conservación que está ni en la disposición para albergar exposiciones”. En las conversaciones mantenidas, el Ministerio “ha manifestado su voluntad de seguir vinculado, dotándolo de contenido”, para lo cual en primer lugar “hay que definir cuál será la política de exposiciones”.

Exponiendo que el Ministerio “no ha puesto inconveniente al proceso legal” que se ha acometido (“los gestores de hoy nada tienen que ver” con los que firmaron el convenio, pero “tienen que asumir el incumplimiento”), José María Viejo recalca que la relación "es magnífica”. Así, hay un trato “fluido y constante” con el director general de Bellas Artes del Ministerio, Isaac Sastre: “nos sentimos cómodos, nos han hecho constar su disponibilidad y disposición, y estamos hablando de los términos” porque “hay muchas posibilidades”.

Dentro de esta “exploración del interés de los agentes implicados”, se está hablando asimismo con la Junta de Castilla y León, al tratarse de un Bien de Interés Cultural, pero el “actor principal” en la ecuación es el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, cuya disposición es “plena”, colaborando ya de hecho para “facilitar el traspaso del inmueble”. Incidiendo en esa idea, José María Viejo lo define como “imprescindible; su papel es crítico”, ya que es “el que tiene los recursos sobre el territorio, que nos puede conectar a la comunidad; nos va a dar la perspectiva de lo que la ciudad necesita”.

Según comenta José María Viejo, entre las posibilidades existentes está el establecimiento de algún tipo de consorcio con el Ayuntamiento, como ocurre en el Centro Gaya Nuño de Soria, donde hay una gestión compartida público-privada. Además de con el Ayuntamiento, la puerta está abierta a colaborar con otras instituciones culturales de ámbito local. José María Viejo incide en que los usos que se le puedan ir dando al Palacio por parte de las instituciones deberán ser acordes al plan de uso, con lo cual primero se quiere definir el mismo y luego ya ver las posibles acciones.

Por el momento, el Ayuntamiento podrá seguir haciendo uso del Palacio exactamente como hasta ahora (cuenta con tres exposiciones abiertas, y además tiene en el edificio la Oficina de Turismo), hasta que se diseñe el nuevo proyecto cultural, lo que “va a llevar un tiempo”. En todo caso, la intención es que “no se demore”, y que esté definido en el año 2023, en el cual debería empezar a desarrollarse, ya que desde FUNDOS lo ven como una cuestión “prioritaria”, asegurando que le están poniendo “el mismo esfuerzo e ilusión” que a otros lugares. El objetivo final es que sea “un proyecto exitoso e interesante para Ciudad Rodrigo y su entorno”.