Adelantados en el tiempo

En Junio la Revista “Tráfico y Seguridad” de la DGT revisó el año de implantación del límite de velocidad a 30 km/h., con el título “Ciudades más seguras, ciudades más humanas”. En la introducción del artículo “El peligro está en el ámbar”, dice “Cuando un peatón ve el semáforo en verde, sabe que puede cruzar porque la prioridad es suya. Sin embargo, en algunas ocasiones, esa fase verde para peatones se simultánea con otra ámbar intermitente para vehículos, lo que genera situaciones de peligro.”

^{En los últimos años se ha mejorado mucho la seguridad para los peatones. Pero todavía queda por hacer, en especial cambiar la perspectiva de la gestión de la movilidad a la de la mayoría que camina.}

Según el interesante artículo estos pasos sólo resisten en España. Habla de Gran Bretaña donde los eliminaron al constatar un 25% más de atropellos, y de un trabajo en dos cruces españoles verificando esa peligrosidad. Al ser agosto provocó cierto debate, quizás por declarar la subdirectora adjunta de Circulación de la DGT que se han planteado recomendaciones para mejorar la seguridad en estos pasos. Incluso hubo quien interpretó una próxima eliminación, pero nos “tranquilizaron” insistiendo en la necesidad de la fase de ámbar para garantizar la fluidez del tráfico, manido argumento desmentido en el informe británico.

En la mentalidad cochista, imperante en la toma de decisiones en movilidad, siempre prevalece esa supuesta fluidez del tráfico de vehículos a la peligrosidad para los peatones. La peatonalizada Calle Ancha sigue libremente abierta al coche con un argumento similar. Felizmente, noticias locales afirman que el Ayuntamiento salmantino había resuelto el problema en enero de 2019 al amparo del Plan de Seguridad. Pero si te fijas, no se observa una desaparición, sino un desfase entre el verde peatonal y el ámbar de los coches. Unos iniciales 6 segundos en rojo para estos según fuentes municipales.

^{Afortunadamente la evolución de los atropellos y sus consecuencias es muy positiva, tras las medidas municipales tomadas. Los fallecimientos también se han reducido notablemente con los años, como 2020 sin ninguno.}

Tras el magnífico año pasado, estos días volvimos a tener un atropello mortal en un paso de peatones, en la fase de… ámbar intermitente para vehículos. La anticipación municipal no parece tener toda lo efectividad deseada. Desde hace años colectivos ciudadanos, como los ecologistas, piden la desaparición de esa fase durante el verde peatonal. Otros países lo han hecho. Un servidor fue testigo de delicadas situaciones en el paso de Álvaro Gil junto al edifico de Obras Públicas. Calle donde los peatones tienen poca suerte, tampoco consiguen el paso faltante en su cruce con la Avenida de Italia. Alguien recordaba el viernes los pasos de peatones eliminados para “su” seguridad en la Avenida de Portugal, aumentando así la distancia entre los indultados, donde han desaparecido franjas de césped en la mediana por ¿el inevitable paso “ilegal” de personas?.

La casualidad hizo que esa grave tragedia coincidiera con uno de los pasos finales en la creación de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el centro de la ciudad, el resto podrá seguir con las Altas Emisiones y sus problemas derivados. En concreto vamos a gastar 2’76 millones de dinero público en nuevas cámaras para controlar el acceso a esa Zona. Hace ya décadas se instaló un sistema de control de acceso a la zona peatonal del centro, bastante similar a la futura ZBE, cuyo coste no recuerdo, pero sí que se desmontó inédita.

En 2014 se emplazaron 21 cámaras por 230.000 euros con un cometido parecido. Tras cuatro años de ¿pruebas?, por fin funcionaron en 2018. Desde entonces evidencian el magnífico comportamiento de los conductores salmantinos, y su respeto por las limitaciones de tráfico. No se conoce multa e incidencia alguna vinculada a esas cámaras. Me gustaría saber cómo las evitan los coches que aparcan habitualmente a la sombra de la cabecera de la catedral. Normas, tecnología, y dinero público sin control: ¿problemas resueltos o pura apariencia?

^{Aparte de recordar el bastante efectivo para su seguridad de los pasos de peatones elevados, sugerir el aumento del tamaño de la señal de aparcamiento para autobuses turísticos. Parece invisible para muchos de ellos, incluso cuando paran prácticamente delante.}