Rutas para descubrir el entorno natural de Ledesma que discurren por antiguas vías pecuarias
Puente Mocho de Ledesma. Foto: Turismo Ledesma
Vía Dalmacia, Cordel de Merinas, puente de Peñaserracín y ruta de la playa de Carnaceda
Cañadas, cordeles, veredas... que, con el paso del tiempo fueron quedando en desuso, y que hoy se pueden recorrer con la práctica de actividades como el senderismo. Y en Ledesma son varias las rutas que permiten disfrutar de la naturaleza y, al tiempo, descubrir que esta zona de la provincia también una tierra de puentes.
La primera de estas rutas, de 22 kilómetros, y que arranca en la zona del Puente Mocho, discurre por una de las vías que sirven de base a caminos históricos como la ruta Bletisama Ocelo-Duri, que unía Coria con Zamora, o la Vía Dalmacia, variante de la ruta de la Plata.
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La segunda ruta, de 25,2 kilómetros, discurre por uno de los tramos del antiguo Cordel de Merinas y conduce hasta San Pelayo de Guareña. Por su parte, la ruta de la playa de Carnaceda, de 5,7 kilómetros, recorre la ribera del Tormes a su paso por Ledesma. Desde la zona del Vado, salvando los puentes, el camino discurre aguas arriba para llegar a la antigua aceña de Pedro Álvaro.
La ruta del puente de Peñaserracín, de 10,7 kilómetros, discurre por una de las antiguas vías pecuarias que unían la villa con el resto de la región. La primera parte de su recorrido conduce al puente de origen romano, con tres ojos y realizado en granito y sillarejo.