Matrículas de colores: ¿a qué vehículos corresponde cada una?

Además de la matrícula ordinaria con dos bloques de números (0000) y letras (AAA) de color negro sobre fondo blanco y con el logo europeo (fondo azul y estrellas amarillas) con una letra E en blanco, en España también existen otra serie de matrículas para otros vehículos (quads, ciclomotores, remolques, agrícolas, vehículos diplomáticos…) o situaciones especiales (históricos, temporales, para pruebas…). Azul, verde, rojo... ¿sabes qué significa cada uno de los colores y a qué vehículos corresponden? La Dirección General de Tráfico (DGT) resuelve las dudas sobre las matrículas:

• Matrícula blanca: Además de ser la matrícula ordinaria, todas las matrículas de los vehículos de las administraciones del Estado y las autonómicas llevan el fondo blanco, los caracteres en color negro y, delante, unas siglas específicas de cada institución.
• Matrícula azul: Los taxis y VTC de hasta 9 plazas deben llevar la placa de matrícula trasera con los caracteres en blanco sobre fondo azul.
• Matrícula amarilla: Los vehículos de dos ruedas de hasta 50 cc llevan la matrícula con el fondo amarillo y los caracteres en color negro. Para estos vehículos la placa puede ser vertical. Esta misma matrícula se utiliza para los quads ligeros.
• Matrícula verde: Vehículos nuevos pero cuyo origen es extranjero y están a la espera de disponer de una matrícula reglamentaria blanca.
• Matrícula roja: Los remolques y semirremolques deben llevar una placa de fondo rojo, así como los vehículos que estén realizando cualquier tipo de ensayo o prueba antes de su comercialización. También son de color rojo las matrículas que se ponen de forma temporal en vehículos de empresa mientras no se dispone de una matrícula definitiva. También es uno de los colores de las matrículas de vehículos de servicio diplomático.

Para los vehículos históricos, la matrícula también es blanca con las letras en negro, incluyendo la letra H, un número de cuatro cifras y tres letras.

La matriculación de vehículos comenzó en España en septiembre de 1900, cuando el primer reglamento obligó a matricular los automóviles.