Se está llevando a cabo una ambiciosa reforma que tiene como eje la renovación de todos los baños
Desde el mes de julio, el Parador de Turismo de Enrique II de Trastámara de Ciudad Rodrigo tiene sus puertas cerradas al público, situación en la que se mantendrá hasta el 1 de marzo de 2023, debido a la profunda intervención de “reforma y embellecimiento” del establecimiento que por fin ha puesto en marcha Paradores de España (la cadena ha señalado que la intervención tenía que haberse llevado a cabo en 2020, pero se ha retrasado por la pandemia).
Esta intervención tiene como base la reforma de todos los cuartos de baño con los que cuenta el edificio, ya que se encuentran “obsoletos”, brindando “una imagen poco adecuada al cliente del establecimiento”, según apuntan también desde Paradores. Al respecto, en el proyecto de reforma se explicaba que los cuartos de baño de las habitaciones contaban hasta ahora con bañeras (lo que era un problema para los huéspedes de mayor edad o con problemas de movilidad), mientras que los aseos comunes de la planta baja presentaban humedades, que también aparecían en soldados de los pasillos de la segunda planta en las zonas norte y este, así como en las habitaciones colindantes.
Según apuntó en la mañana del miércoles a Ciudad Rodrigo Al Día la directora del Parador, Lucía Miguel del Corral, las obras de reforma llevan un buen ritmo en este todavía tramo inicial de las mismas.
De forma detallada, las obras incluyen la demolición de los baños de las habitaciones de los clientes y de los baños públicos; el trazado de nuevas instalaciones de fontanería y electricidad; la colocación de nuevos revestimientos, sanitarios, griferías, espejos, iluminación, accesorios, etc.; el suministro e instalación de carpintería interior; y el suministro y sustitución de fancoils (sistemas de climatización, ya que los actuales “presentan deficiencias debido a la antigüedad de la maquinaria”). Todos los nuevos materiales que se van a emplear mantendrán la “esencia” del lugar, renunciándose así a “elementos estridentes”.
Junto a esa intervención en los cuartos de baño, la reforma del Parador incluye varias actuaciones más, como son la unificación de los espacios de cafetería y restaurante mediante un nuevo sistema de tabique para compartimentar; la creación de una habitación junior suite, a través de la redistribución de dos habitaciones (cambiando tabiquería, sanitarios, materiales e instalaciones); una nueva distribución del aseo y del salón de la habitación del torreón; la adaptación a la normativa de accesibilidad de la habitación para minusválidos; la realización de un nuevo oficio de planta, redistribuyendo el espacio actual; y la eliminación de humedades en zonas comunes.
El contrato para ejecutar esta reforma tenía un precio de salida de 1.375.000€, que con el IVA correspondiente ascendería a un total de 1.663.750€, aunque se dejaba la puerta abierta a que el valor estimado global pudiera llegar a ser de 1.787.500€ si se introducían modificaciones por necesidades sobrevenidas de la obra. Finalmente, el contrato –por el que pujaron 5 empresas- se lo quedó Inercia Construcciones y Reformas SL (con sede en Jaén) por un importe de 1.241.398,86€, que con el IVA correspondiente asciende a un total de 1.502.092,62€. Hay que apuntar que esta era la oferta económica más alta de las 5 presentadas, pero la memoria técnica de esta empresa fue la mejor valorada.