, 22 de diciembre de 2024
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El trabajo aumenta pero los beneficios no: la encrucijada de los talleres mecánicos
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con el testimonio de sergio pérez, presidente de aesat

El trabajo aumenta pero los beneficios no: la encrucijada de los talleres mecánicos

Actualizado 16/08/2022 07:53
Elena Esteban

Entre los motivos por los que se acude más al taller está la disminución de la venta de coches, las consecuencias de la pandemia en los vehículos y los desplazamientos por las vacaciones de verano

La facturación de los talleres de reparación y mantenimiento de vehículos aumenta un siete por ciento en el primer semestre de 2022, según los datos de la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (CONEPA). La cifra asciende a 6.330 millones de euros, alcanzando cuotas similares a las previas a la pandemia. No obstante, las ganancias no aumentan de la misma forma por el encarecimiento de materiales y materias primas. Así, en palabras del secretario general de la Federación, “los talleres trabajan más pero ganan menos”.

Para Sergio Pérez, presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Automóviles y Talleres (AESAT), las causas de que aumente el número de personas que necesita recurrir al trabajo de los talleres mecánicos está muy ligada a los “ciclos económicos del sector de la automoción”. Es decir, como las ventas de vehículos caen, la vida de los coches aumenta y se necesitan más reparaciones. Y el ciclo continúa en el momento en el que se decide no renovarlo porque todavía es posible arreglarlo una vez más. “Cuantos más años un cliente está con un vehículo, los mantenimientos son más costosos y más habituales”.

La influencia de haberlos tenido aparcados durante 2020 también se nota, así como el periodo vacacional, señala Sergio. “El verano es muy buena época, sobre todo en capitales de provincias pequeñas como la nuestra porque mucha gente que trabaja en ciudades más grandes vienen aquí a pasar unos días con la familia y aprovechan en muchas ocasiones para reparar su vehículo, hacer el mantenimiento”. El turismo nacional se ha incrementado tras la pandemia y el medio de desplazamiento más utilizado sigue siendo el coche.

A pesar de ello “los márgenes se reducen un poquito más porque los costes son mayores”. La factura media del taller se ha elevado en torno a un 2,5 por ciento con respecto al mismo período del año anterior. Los materiales se encarecen y también lo hacen la electricidad y el coste del combustible, es un incremento “que no puede asumir únicamente el cliente”. Quienes más lo notan son los talleres independientes que, se preocupa Sergio, “tienen recursos un poquito más limitados por lo que, me consta, les está costando bastante llegar a final de mes con una cuenta de resultados saneada”.

La mayoría de las materias primas que utilizan han aumentado su precio “en un porcentaje u otro”, y destacan el acero o el plástico como las más problemáticas. Desde AESAT ya han puesto sobre la mesa esta situación a través de las diferentes organizaciones sectoriales y buscan un ‘plan de impacto’ para subvencionar muchos de estos costes “que complican la rentabilidad y la capacidad de maniobrabilidad futura” del sector.

Observan que los clientes reaccionan de dos formas ante la subida. Algunos deciden restringir “al máximo” su uso de los vehículos, también por el encarecimiento de los combustibles, y prefieren desplazarse a pie, en bicicleta o en transporte público. Otros, para los que el coche es “imprescindible”, continúan reparándolos de forma habitual. Según Segio “es peor la consecuencia que ponerle remedio” y ejemplifica que “si no cambiamos los filtros de los coches porque queremos ahorrarnos dinero en mantenimiento podemos tener una avería de motor y el coche a la larga puede tener un fallo técnico”.