La Asociación de Castilla y León del Caballo organizaba una romería urbana con dos carruajes y un baile de sevillanas con caballos
Cualquier forastero que este viernes pasara por la Plaza de Bañobárez podría haber pensado que se había equivocado de pueblo y que en lugar de encontrarse en tierras del Abadengo, en los bordes del Campo Charro, estaba al sur de Despeñaperros.
Y este Bañobárez cobraba este viernes cierto acento andaluz con la romería urbana organizada por la Asociación de Castilla y León del Caballo, y que ponía a disposición del público dos carruajes que recorrían distintos puntos del pueblo a modo de tren turístico, más de moda en estos días.
Pequeños y mayores disfrutaron de estos paseos en carruaje tirados por una mula y un caballo en lugar de un motor a combustión, mucho más adecuado a los tiempos de crisis energética que ha tocado vivir en estos momentos.
Finalizados los paseos en carruajes, Salustiano García Luffiego abría su tenada para mostrar al público una ingente colección de objetos que en algún momento de su vida le fueron de gran utilidad. Trasmallos de pesca, cencerros, zahones, sillas de montar, estribos y un largo etc. que se confundían con algunas de sus obras de madera y cuerno realizadas a mano, arte pastoril que merece una mirada con mayor detenimiento.
Ya con el Sol tras Portugal, la Plaza de Bañobárez volvía a cobrar acento andaluz con un baile de sevillanas acompañados de un caballo y su amazona.