Santos patronos

A los santos se los puede admirar y se les debe imitar. Y también se puede confiar en ellos. La Iglesia Católica los incluye en ese gran fondo de solidaridad que es la Comunión de los Santos.

Pero, aunque todos son de algún modo patronos, porque podemos contar con su protección, hay algunos que son considerados especialmente patronos de algún país o de algún grupo de personas, con las que están justamente más relacionados.

Y precisamente, de los 365 días del año, en los que podemos recordar un buen número de santos, resulta que en el mes de julio recordamos ni más ni menos que a 13 santos, con los que mantenemos una relación especial (hay otros cuantos que no están incluidos en esos 13). Destacaríamos al apóstol Santo Tomás, a San Benito, a Santa Brígida, al apóstol Santiago, a San Joaquín y Santa Ana, y a San Ignacio de Loyola. Pero también al resto deberíamos hacer una corta referencia. Aunque destacaremos a los principales.

Empecemos por el apóstol Santo Tomás, que se celebra el día 3. Ya sería suficiente con saber que fue uno de los doce apóstoles de Jesucristo. Pero es que, además, nos hizo el gran favor de dudar de la resurrección de Cristo, y de reafirmarla después sin necesidad de meter su mano y sus dedos en las llagas del Resucitado. Él fue después el predicador del evangelio en la India, donde desde entonces se mantiene vivo el cristianismo.

Mencionemos después, aunque sólo sea por ser española, a Santa Isabel, Reina de Portugal, gran promotora de la vida religiosa, y sobre todo, gran trabajadora por conseguir la paz entre los diversos reyes, o aspirantes, de nuestro país hermano. Se celebra el 4 de julio.

Igualmente podríamos aludir al rey San Enrique, nacido en el ducado de Baviera, donde gobernó después de su padre y, más tarde, fue elegido emperador. Se distinguió por su interés en la reforma de la vida de la Iglesia y en promover la actividad misionera. Fundó varios obispados y dotó algunos monasterios. Su fiesta es el 13 de julio.

Tenemos que destacar especialmente a San Benito, abad fundador del monacato occidental, lo que le ha merecido ser proclamado patrono de Europa. Nació en Nursia, región de Umbría, hacia el año 480. Después de haber recibido en Roma una adecuada formación, comenzó a practicar la vida eremítica en Subiaco, donde reunió a algunos discípulos; más tarde se trasladó a Casino. Allí fundó el célebre monasterio de Montecasino y escribió la Regla, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental. Murió el 21 de marzo del año 547, y su fiesta se celebra el 11 de julio. Yo tengo que destacarlo especialmente, porque el día 11 hizo 57 años que fui ordenado sacerdote.

Nombremos de pasada a San Buenaventura, obispo y doctor seguidor de San Francisco, llamado “doctor melifluo” por su sabiduría, y por la facilidad de hablar y escribir, siendo maestro en la Universidad de París. Su fiesta es el día 15.

De Nuestra Señora del Carmen, que se celebra el día 16, no hace falta decir nada, aunque en sus manos está pasar por una buena muerte y gozar inmediatamente del paraíso.

Santa Marina, día 18 (aunque algunos la sitúan el día 20), no puedo menos de decir una palabra por ser la patrona de mi pueblo, Escurial de la Sierra (Salamanca). Según la leyenda, nació en Bracara Augusta, la actual Braga, por el año 120. Era hija de Lucio Castelio Severo, gobernador romano de Gallaecia y Lusitania, y murió mártir siendo decapitada. Su recuerdo se celebra especialmente en Galicia. Y contamos con la pintura que de ella hizo Zurbarán.

De Santa María Magdalena, día 22, basta con decir que amó mucho a Jesús, lo cual la llevó a ser la primera en descubrir a su Señor Resucitado, junto al sepulcro, en el día de la Resurrección, y recibió el encargo de anunciárselo a sus hermanos, los apóstoles, por lo cual ella misma es considerada la primera mujer apóstol.

Santa Brígida, madre primero, después viuda y finalmente religiosa, tiene mucho que ofrecer al mundo occidental, por lo cual ha sido declarada patrona de Europa. Su fiesta se celebra el día 23.

Santiago, Apóstol, patrono de España, donde trajo la fe y la mantiene como protector, con el auxilio de la Virgen del Pilar. Su fiesta se celebra el día 25, y su patronazgo alcanza a los pueblos hispanoamericanos, que comparten con nosotros la misma fe en Jesucristo.

San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María, día 26, han sido elevados a la categoría de patronos y protectores de los abuelos y de la gente mayor. Así lo ha establecido el Papa Francisco, que este año nos invitaba a celebrar su patronazgo por segundo año.

De Santa Marta, día 29, está todo dicho. Acogió al Señor en su casa, y ahora goza del patronazgo del mundo de la hostelería.

San Ignacio de Loyola, 31 de julio, es el fundador de la Compañía de Jesús, a la que actualmente pertenece el Papa Bergoglio o Francisco.

Abundancia de santos a los que imitar y a los que encomendarse, gozando de la suerte de celebrarse sus fiestas en este tiempo de descanso veraniego. Santos y Santas protectores de España y de Europa, rogad por nosotros.