Discos Long Play dice adiós a 35 años de venta al público

La tienda más longeva de música en Salamanca, Long Play ha realizado sus últimas ventas esta semana en la Rúa Mayor 21. Los Hnos Palacios han decidido poner fin a este magnífico servicio al público en Salamanca, con el que siempre consiguieron conectar y conseguir su fidelidad. Carmen y Eugenio comenzaron trabajando en la popular ‘Flash imagen y sonido’ en el Corrillo, hasta 1986, y doce meses después se instalaron por su cuenta un 22 de diciembre en la Avenida de Italia, cambiándose definitivamente a La Rúa el mismo día un año después.

En sus comienzos, Eugenio y Carmen empezaron también vendiendo entradas para macro conciertos en Madrid, llevando desde Salamanca a cientos de personas a presenciar las galas de grandes grupos del panorama internacional como Pink Floyd, U2, Bruce Springsteen, Prince, Dire Straits o Lou Reed.

También recuerdan en sus albores que Long Play fue alternativa y novedad alquilando discotecas móviles para numerosos eventos.

Los Hnos Palacios pueden presumir de haber convertido su sueño en realidad y erigirse igualmente en grandes benefactores de la música en Salamanca durante tanto tiempo, ganándose un público al que, en un día en el que han puesto su epílogo a su popular comercio, quieren dar las gracias por su fidelidad. “Y queremos señalar también a nuestros empleados –añaden- a los que siempre recordaremos con afecto… Los técnicos Carlos Centenera y José Miguel o los dependientes Laura, Javier “Mitxi” e Isabel”.

Para suerte de los amantes de la música, Long Play seguirá vendiendo sus discos y equipos de sonido profesionales, así como con su departamento técnico, en su plataforma online www.discoslongplay.com y en el teléfono 699 43 63 56.

Los nuevos tiempos y la piratería terminaron con otras carismáticas tiendas como Summa, Tris, Flash, Radyre, Gramola, Tipo, Compact, Foxi… Sirva este artículo como homenaje a su extraordinaria aportación en el panorama musical salmantino. Y el gran mérito de Long Play de mantenerse hasta nuestros días.

Texto: Amador Vicente