La clásica Vespa pone rumbo a la Covatilla, ahora en verano

La segunda edición de la subida en vespa a la Covatilla se pone en la parrilla de salida, presta para arrancar motores. De nuevo esta moto clásica, que tuvo su auge principalmente en las décadas de los 50 y 60 del siglo pasado, será la principal protagonista de la jornada de este sábado en la comarca al sur de la provincia.

Casi medio centenar de participantes se darán cita para disfrutar de un día muy completo que empezará con la recogida de la documentación en la Plaza Mayor de Béjar para después visitar la Cámara Oscura y el Museo Mateo Hernández, antes de partir rumbo a Candelario. Una vez en la villa corita, los motoristas podrán conocer Candelario a través de una visita guiada y reponer fuerzas con un ágape.

Desde ahí tratarán de llegar al momento cumbre del día: la llegada de casi 50 vespas a La Covatilla donde se realizará una foto de grupo. Tras ello, regresarán a Béjar para una comida de fraternización que será el colofón a la jornada.

Para Ramón Hernández, uno de los organizadores de la prueba, la satisfacción está en que “hemos recibido muchas más inscripciones de las que esperábamos” y que este evento permitirá a los bejaranos deleitarse con motos con una antigüedad superior a los 50 años “e incluso ver una Lambretta, la marca rival de la Vespa, gracias a un participante que traerá un modelo fechado en el año 1964” ha indicado.

Por su parte los regidores municipales de Béjar y Candelario han destacado la importancia de impulsar el trabajo conjunto de los municipios de la comarca y por su parte el alcalde bejarano, Antonio Cámara, ha anunciado que en breve “se anunciarán algunas actividades de verano para la Covatilla, siendo esta la primera de ellas”.