Según la propia Consejería de Medio Ambiente, los vientos cambiantes están dificultando las labores de extinción
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, junto al consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se acercaron en la tarde del miércoles a visitar el incendio que está afectando a Monsagro, según el material gráfico difundido por el Gabinete de Comunicación de la Junta. La visita de ambos no se había dado a conocer previamente, apuntándose únicamente desde la Junta que Mañueco ha acudido al Puesto de Mando Avanzado ubicado en Monsagro, “donde se ha reunido con los técnicos para analizar el estado del incendio”.
Mañueco sí había hablado del incendio durante la mañana del miércoles en un acto en Salamanca, mencionando que si las condiciones climáticas se mantenían, se esperaba “estabilizar totalmente el perímetro, quitar las llamas y evitar riesgos de reproducción”, añadiendo que el fuego se estaba controlando “de forma efectiva”. Sin embargo, está ocurriendo justo lo contrario.
El caso es que en las primeras horas del miércoles la Consejería confiaba en que pudiera ser un buen día porque las previsiones de viento eran favorables, pero finalmente se están registrando “vientos cambiantes”, según explica la propia Consejería, que están dificultando las labores de extinción, esperando además que haya “vientos intensos” durante la noche. Así, se considera que el escenario “sigue siendo complicado”.
De hecho, la Consejería ha llegado a apuntar que el fuego “está adquiriendo un comportamiento extremadamente virulento”, con velocidades de propagación “muy extremas”, lo que convierte en más arriesgado el trabajo que lleva a cabo el personal de tierra. Mientras, en lo que a la actuación de los medios aéreos se refiere, el intenso humo está dificultando también notablemente la lucha contra las llamas.