También se prohíbe en zonas de monte el uso de maquinaria que genere deflagración, chispas o descargas eléctricas
Si alguien tenía pensado disfrutar de una barbacoa en algún espacio de la comarca de Ciudad Rodrigo este domingo 10 de julio, o en las siguientes jornadas (hasta el viernes 15), deberá cambiar de planes, ya que la realización de las mismas ha quedado prohibida durante esos días, al declarar el Director General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta la situación de alerta en toda Castilla y León por el riesgo de incendios forestales por causas meteorológicas.
Y es que, tal y como explica la Junta, está prevista la entrada este domingo de una masa de aire caliente en altura, que va a provocar un notable incremento de las temperaturas tanto mínimas como máximas, lo que generará “un aumento claro del riesgo de incendios forestales”. En cifras, se estima que la temperatura máxima de la próxima semana puede ser hasta 7 grados superior a la media del último decenio, a lo que se unirá la alta inestabilidad atmosférica provocada por el movimiento de las masas del aire.
Así, se han establecido las habituales medidas preventivas y organizativas, entre las que se incluye la prohibición entre el 10 y el 15 de julio del uso de barbacoas y de los ahumadores en la actividad apícola. Asimismo, quedan suspendidas las autorizaciones que se hayan podido otorgar para el uso del fuego y fuegos artificiales, y se prohíbe el uso de maquinaria cuyo funcionamiento habitual genere deflagración, chipas o descargas eléctricas (como sopletes, soldadores, radiales, etc.) en el monte y la franja de 400 metros de terreno rústico que lo circunda.
Además, no se podrán utilizar cosechadoras o empacadoras cuando, de forma simultánea, la temperatura sea superior a 30ºC y la velocidad del viento supere los 30 kilómetros por hora, recomendando incluso la Consejería la "suspensión de las labores no urgentes". En caso de que sí se lleven a cabo esas tareas, "es necesario tener a mano los medios de extinción y el personal suficiente para controlar los posibles incendios que se puedan originar como consecuencia de la labor". Respecto a las motosierras, su uso sí está permitido, si se cuenta con medios de extinción adecuados (mochila, batefuegos o similar) y los lugares de mantenimiento, si son en monte, se mantienen limpios de vegetación en un radio de al menos dos metros.
En torno a los campamentos juveniles, la resolución del Director General marca que pueden seguir con su funcionamiento habitual, pero "extremando la vigilancia y las medidas preventivas teniendo especial prudencia en el uso de los generadores, motores y las cocinas de campamento". Por último, a la población en general se le solicita que tenga "la máxima precaución en sus actividades al aire libre, primando su seguridad, la de los demás habitantes y sus bienes, y la del monte".