Una bejarana nombrada presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Boston
Reyes Col Tellechea ingreso hace poco más de tres años en esta institución y recientemente ha sido la elegida para dirigir los designios de la misma.
Ayudar a la comunidad y que todos tengan los mismo derechos y oportunidades. Esa es la premisa con la que se creó, en 1984, la Comisión de Derechos Humanos de Boston (Estados Unidos), para garantizar que todos los residentes en Boston reciban un trato justo y equitativo ante la ley, con especial dedicación hacia las personas inmigrantes.
Ahora, este organismo de la capital del estado de Massachusetts tiene a una bejarana al frente. Hace unos días, Reyes Coll Tellechea, profesora del Departamento de Estudios Latinoamericanos e Ibéricos de la Universidad de Massachusetts y natural de la localidad textil, ha sido nombrada presidenta a propuesta de la alcaldesa de la ciudad, Michelle Wu.
¿Qué es la Comisión de Derechos Humanos?
La Comisión de Derechos Humanos de Boston es un organismo de siete miembros designados por el alcalde de la ciudad, que nació para recibir e investigar quejas sobre discriminación en el lugar de trabajo, vivienda, crédito, educación, alojamiento público y otras áreas.
Este organismo tiene la facultad de realizar audiencias y citar testigos, y puede emitir informes y los resultados de las investigaciones, así como la capacidad de adoptar normas y reglamentos y recomendar legislación al ayuntamiento de la ciudad.
Reyes Coll Tellechea
Reyes Coll estudió Filología Hispánica en la Universidad Complutense, y completó su formación académica con un doctorado por la Universidad de Minnesota sobre El Lazarillo de Tormes. Desde 1993 es profesora del Departamento de Estudios Latinoamericanos e Ibéricos de la Universidad de Massachusetts.
Además de su actividad académica, Reyes Coll colabora de forma permanente en actividades humanitarias en Boston, como intérprete de inmigrantes y refugiados y miembro de los grupos municipales de trabajo en derechos humanos y diversidad.
Reyes no olvida sus raíces bejaranas y siempre que vuelve a España, regresa a la localidad textil para recorrer los sitios en los que vivió, como la Calle Mansilla, saludar a la gente que conoce, o visitar el paraje de El Castañar. En el último viaje que realizó en el pasado octubre, un amigo aficionado a la botánica le pidió castañas de Béjar para plantarlas en Boston, y se llevó algunas para allá.