En el conjunto de todos los servicios, hubo 625 personas beneficiadas de 466 hogares diferentes
Cáritas Diocesana de Ciudad Rodrigo hizo pública en la tarde del lunes su Memoria correspondiente al ejercicio 2021, que como es tradición presenta en las vísperas de la festividad del Corpus Christi (aparece en el calendario litúrgico el próximo domingo 19) dentro de la denominada Semana de la Caridad. Esta cita tiene este año como lema Somos lo que damos. Somos amor, explicando en la tarde del lunes el Obispo José Luis Retana que “planteamos el amor como una propuesta de vida”, ya que lo importante no es sólo la ayuda en dinero, sino “cómo somos capaces de darnos a los demás con nuestro amor y compañía”.
La presentación en sí de la Memoria corrió a cargo de la directora de la entidad, Mar Manzano, su secretario, Domingo Matías, y su delegada diocesana, Mari Paz Diago (también asistieron el Vicario General de la Diócesis, José María Rodríguez-Veleiro, y la edil socialista Carmen Lorenzo). Como rasgo general, Mar Manzano dijo que 2021 fue un año “complicado”, ya que se pensaba que iba a ser el de la “remontada” después de la pandemia, pero “llegó demasiado tarde, en el último trimestre, por lo que ha habido 9 meses de duro trabajo”.
Eso provocó que aquellos que estaban en riesgo de exclusión social, “cayesen” en la misma, y que los que estaban al límite, empezasen a caer también. Así, en 2021, “hemos visto cosas duras en las familias”, aún más tras la subida de precios en los suministros: “hubo familias en la tesitura de poner la calefacción o alimentarse, por lo que Cáritas trabajó para que esa situación fuese lo más llevadera posible”. Como puntos concretos de la zona de Ciudad Rodrigo, al haber mucha hostelería, así como “bastante economía sumergida”, que no pudieron funcionar con normalidad, hizo que unas cuantas personas precisasen por primera vez de los servicios de Cáritas.
En números y servicios
Expresado en números, Cáritas Diocesana prestó atención durante el ejercicio 2021 a un total de 625 personas (481 de ellas españolas) pertenecientes a 466 hogares. Como explicó Domingo Matías, a nivel de personas hubo un ligero incremento respecto a 2020 (ejercicio en el que se atendieron a 576 personas), pero pertenecientes a un número de hogares similar, 466 (frente a los 477 del año anterior). De todos los que se acercaron por Cáritas, el 65% fueron mujeres, lo que refleja que “la exclusión social tiene rostro de mujer”, achacado a que son las que se responsabilizan de las cargas familiares.
En lo que respecta al principal servicio de Cáritas en lo que a la atención de las necesidades urgentes se refiere, el de Acogida, se ayudó a 381 personas de 250 hogares diferentes, realizándose 2.325 intervenciones (en 2020 se realizaron 1.801 intervenciones a 342 personas de 275 hogares diferentes). Respecto a este Servicio, Domingo Matías mencionó el “cansancio acumulado” de las familias a la hora de afrontar situaciones de crisis.
Dentro de este apartado, apuntó que el Impuesto Mínimo Vital sólo llega al 25% de las familias en pobreza severa, que tienen como otro recurso la Renta de Ciudadanía de la Junta de Castilla y León, pero ésta no se puede conceder hasta saber si tienen derecho al Impuesto Mínimo Vital, por lo que se ralentiza la concesión de ayudas. Así, acaban por ser necesarias ayudas de emergencia social a través de los CEAS de la Diputación, adelantando Cáritas el dinero que luego le vuelve a través de la Diputación.
Domingo Matías indicó que ha habido un incremento de las ayudas en materia de vivienda, salud, ópticas o transportes (se resaltó el papel que jugó el Fondo Diocesano de Solidaridad), recordando que el trabajo de Cáritas “se plantea viendo la exclusión social más allá de la capacidad económica”, prestándose así atención a la salud, la educación, la conflictividad social, el acceso al empleo, la participación, etc., lo que vino a denominar como “exclusión social múltiple”.
A partir de ahí, se fue haciendo un repaso por los otros servicios con los que cuenta Cáritas, mencionándose las novedades que se han ido produciendo. Según explicó Mar Manzano, han trabajado en una mejora de la calidad de los servicios, para estar “más encima de la gente que nunca; era necesario profesionalizar procesos”. Así, por ejemplo, al Servicio de Infancia, Adolescencia y Familias, donde se ha trabajado con 93 chavales, “se le ha dado una vuelta”, trabajando también con sus familias mediante reuniones y actividades con un equipo multidisciplinar. Desde este Servicio se ha trabajado asimismo para “identificar situaciones de violencia”, según mencionó Domingo Matías.
En esta parcela, en 2021 sí pudieron llevar a cabo su campamento de verano, con 30 jóvenes participantes (junto a 10 monitores). También en materia juvenil, el Programa Lazarillo de prevención de las drogodependencias ayudó a 18 jóvenes (7 de ellos ‘nuevos’). De ellos, se dio el alta a 9, seis jóvenes abandonaron la droga principal y los otros 3 redujeron el consumo.
Mientras, desde el Servicio de Mayores, con 29 participantes, se ha apostado porque su ‘red social’ vuelva a funcionar, después de que la soledad de este colectivo fuese una de las “problemáticas sumergidas” que sacó a la luz la pandemia, en palabras de Mar Manzano (junto a otras como la brecha digital, por lo que junto a las otras Cáritas de Castilla y León, se ha empezado un proyecto de digitalización con fondos europeos).
El Servicio de Atención Psicológica ayudó a 58 personas, resaltándose que “ha aumentado la situación de ansiedad en las personas que estamos atendiendo”; el Servicio de Formación impulsó cinco acciones (siendo novedad las de poda con motosierra y costura), en las que participaron 34 personas; y desde el Servicio de Empleo se atendió a 138 personas, tomando parte 14 en los nuevos itinerarios de inserción sociolaboral. Respecto a este Servicio, Domingo Matías dijo que “hemos detectado una falta de motivación en las familias, ya que el mercado laboral está expulsando gente”, y que fue difícil gestionar ofertas de empleo doméstico, ya que las familias no han querido meter personas en sus casas por la pandemia, y además se han creado empresas que gestionan este tipo de empleo.
Dentro de la Memoria de Cáritas se repasan los trabajos realizados desde los servicios de Huertos, Animación Comunitaria (Mar Manzano mantuvo cuatro reuniones con los arciprestes de la Diócesis, para conocer las necesidades de cada territorio), Comunicación, y Voluntariado, en el cual se han actualizado las listas de voluntarios, además de hacer formación en este ámbito con jóvenes.
A la hora de prestar todos sus servicios, Cáritas cuenta con el apoyo de numerosas entidades y particulares, mencionando Mar Manzano que “cuando nos aprietan, la sociedad responde”, señalando que los socios y las donaciones han sido muy generosos.
Las cuentas de 2021
En 2021, Cáritas tuvo unos ingresos de 501.341,12€ y unos gastos de 454.838,57€. Respecto a los ingresos, de otras instituciones se recibieron 399.566,70€: 130.138,23€ de Cáritas Española; 86.704,99€ de la Junta de Castilla y León a través de la Gerencia de Servicios Sociales; 48.367€ de ayudas directas de la Diputación; 40.000€ de las subvenciones del Ayuntamiento de 2020 y 2021; 30.926€ del IRPF (a través de la Conferencia Episcopal Española); 21.900€ del Obispado de Ciudad Rodrigo; 21.000€ de Diputación; 14.500€ del IRPF (a través del Estado); 4.473,13€ de donaciones de colectivos; 1.010€ de cuotas del campamento; y 547,26€ de Cáritas Castilla y León.
El apartado de ingresos se completa con 47.611,83€ de donaciones particulares; 30.730,57€ del Fondo Diocesano; 21.379,02€ de donativos de las parroquias; y 2.054€ de procedencias varias.
En materia de gastos, se destinaron 258.826,09€ a los sueldos y salarios del personal de Cáritas; mientras que en ayudas monetarias directas se invirtieron 116.001,48€, desglosadas de la siguiente manera: 30.144,57€ como ayudas de vivienda; 26.081,24€ de ayudas de emergencia social; 15.480,86€ en ayudas para alimentación; 11.958,66€ para necesidades básicas; 11.535€ en becas para el Curso de Actividades de Agricultura Ecológica; 8.691,47€ en suministros energéticos; 4.529,93€ en ayudas para transporte; 3.341,68€ en ayudas para farmacias; 2.284,07€ en ayudas para educación; y 1.954€ en ayudas para documentación.
El apartado de gastos se completa con 51.992,52€ en concepto de gastos de explotación (suministros, reparaciones, limpieza, seguros, etc.), 16.949,85€ invertidos en aprovisionamientos (librerías, ferreterías, imprentas, etc.), y 11.068,63€ en concepto de amortización.