¿Cuándo llegará el litro de combustible a los 3 euros?

Esta es la gran pregunta que se hacen durante estos días la gran mayoría de españoles.

Muchas familias ya llevan semanas haciendo cuentas. Tratando de calcular el gasto que deben adicionar a los también elevados precios en que se mueven los alojamientos. ¿Por cuánto van a salir esas vacaciones con las que llevan soñando y trabajado durante el último año?

De igual modo, son muchas las empresas que ya ven peligrar el último semestre del año por la reducción de beneficios que supone el incremento de costes y comienzan a valorar la necesidad de reducir gastos, lo cual se verá traducido en una disminución del consumo y todos sabemos dónde nos llevaría esto.

Dada la volatilidad actual y que hay infinidad de variables más allá del precio de cotización del Brent o el WTI que afectan al precio bajo el que nos suministran las gasolineras, siento mucho no poder proporcionar una cifra sobre el precio en el que van a hacer techo los combustibles en España. Pero vamos a intentar establecer niveles clave que de ser superados vendrían acompañados de importantes subidas en los precios de los carburantes y de ser perforados proporcionarían un escenario de calma a corto/medio plazo.

Antes de entrar en detalles, como te acabo de mencionar, debemos tener muy en cuenta que el precio de venta al consumidor de los combustibles no viene directamente determinado por el precio del barril de petróleo, sino que hay otras muchas variables como el aumento o la disminución de la presión impositiva, tensiones territoriales o la fluctuación entre divisas. En este último caso, Europa y por supuesto España, se han visto claramente perjudicadas durante los últimos 14 años en los que el euro ha perdido un 35% de su valor frente al dólar.

Teniendo en cuenta algunas de estas variables veamos qué niveles debemos vigilar, tanto en los puntos de referencia utilizados para el petróleo ligero, como en el par de divisas EUR/USD.

Actualmente el Brent, la referencia para los mercados europeos, cotiza alrededor de los 120$, niveles muy próximos a los 130$ que durante más de una década han actuado como techo para los precios. Esto, que a priori durante un escenario de crispación, es aparentemente favorable para la continuidad del incremento de precios de los combustibles, invita a determinar desde el punto de vista técnico, que podamos estar ante un techo de mercado.

No obstante, debemos vigilar esas zonas de 130-140$ que ya se superaron hace unos meses, de forma muy fugaz, durante una pasada de frenada de los precios acompañada de un entorno de volatilidad similar al que vivimos durante este inicio de junio y que muy probablemente aún vaya en aumento durante las próximas semanas. Superar al alza estos niveles vendría acompañado de un nuevo e importante tramo de subidas.

Una situación muy similar tenemos en el WTI, referencia para el petróleo ligero de los EE. UU. Cotizando actualmente en 119$ y con fuertes resistencias históricas en zonas de 135$. Niveles de superación poco probable en un entorno de mercado como el actual, pero que, de ser rebasados, supondrían una explosión histórica en los precios.

Por último, debemos prestar atención también a los movimientos en el par de divisas EUR/USD. Tras la impecable tendencia bajista durante los últimos años del euro frente a la moneda americana que tanto nos ha penalizado, niveles actuales son soportes muy fuertes que bien podrían suponer una tregua para la depreciación del euro en el corto plazo, siempre que no se perforen zonas de 1´03.

En conclusión, lo más probable a corto plazo, es que aún veamos encarecerse un 10-15% más el precio de los carburantes durante buena parte del verano. Si esto sucede, el Brent y el WTI cotizarán ya muy cercanos a las zonas límite que hemos marcado y como siempre, además de vigilar dichos niveles, deberemos estar pendientes del sentimiento general de mercado. Si para entonces las subidas en los precios de los combustibles copan todas las noticias y hay un gran sentimiento inversor comprador, muy probablemente estemos presenciando un techo en unos precios que poco a poco se irán deshinchando y se tardarán en volver a ver. Si vemos superadas las zonas de resistencia que acabamos de marcar, el enorme incremento en el coste a la hora de llenar el depósito será una nimiedad, comparado con lo que esto desencadenará en las economías de la zona euro.