El sueño del pintor

Una obra maestra ronda la cabeza de un artista durante décadas, forma parte de una construcción ficcional, de un sueño donde musa y autor constituyen alegorías e incrementan una narrativa autorreferencial. El personaje elegido no es otro que Diego Velázquez, el “pintor de pintores” del Barroco español quien se queda dormido en un claro del bosque, donde resulta custodiado por personificaciones de la belleza y la inspiración. La triada de personajes teje un discurso en torno a la creación en el cual Velázquez encarna la representación del arte mismo en descanso sublime; la figura alada viene a ser la caprichosa inspiración y la sensual y alegre joven simboliza la belleza, siempre atrayente y seductora. La pieza presenta una personal visión del arte, tantas veces actualizada como concebida. Velázquez ha sido retratado sentado, tumbado, recostado a su paleta de colores; el ángel por momentos desciende del cielo, yace de rodillas o se convierte en un travieso niño; mas la belleza siempre aparece incuestionable, como una mujer hermosa y desnuda que no admite volubilidades.

El sueño de Velázquez es una pieza de Ricardo Segundo (Madrid, 1903-Zamora, 1983) que ha quedado inconclusa, los múltiples bocetos y estudios realizados por el artista dan una idea del rigor compositivo de la obra y de cómo evolucionaron a lo largo del tiempo los conceptos que pretendía representar, esclareciendo así su metodología de trabajo. La muestra <<Desnudo y figura en la obra de Ricardo Segundo>> que acoge el Palacio de los Anaya, parte precisamente de dicha premisa: evidenciar la operatoria del pintor, mostrar los dibujos que anteceden a los lienzos y descubrirnos otra faceta del artista.

Si bien Segundo mantuvo durante toda su vida el interés por el desnudo, ha sido más reconocido por su pintura regionalista que refleja y reivindica el mundo tradicional zamorano, por lo que esta muestra constituye una invitación al universo íntimo de su creador y a su estudio constante de la anatomía humana que se concreta en los múltiples bocetos exhibidos.

Torsos desnudos, cuerpos en diferentes posiciones y siempre el acercamiento al universo femenino evidencian las dotes del artista para el dibujo, al tiempo que resultan la antesala de un cuadro, pues para Ricardo Segundo el germen de cada pieza se concentra en el trazo, de ahí que la exhibición se organice en torno a varias obras y a las múltiples experimentaciones del artista para llegar a ellas. Lo anterior deja entrever a un pintor de composiciones complejas y a un amante de la perfección que racionaliza el proceso creativo convirtiéndose en juez y parte, en crítico y autor.

<<Desnudo y figura en la obra de Ricardo Segundo>> nos muestra las preocupaciones de su artífice; una pieza maestra que discurse sobre su propia visión del arte, sobre su particular e inagotable fuente de belleza, obra inacabada que ha sido, pues cada boceto previo nos acerca un poco más al sueño del pintor.