“Queremos dar voz y poner luz a situaciones y a personas víctimas del terrorismo”

‘Las buenas sombras. Los escoltas frente al terrorismo’ es un documental que nace “con la idea de dar voz y poner luz a situaciones y personas víctimas del terrorismo que, por distintas circunstancias a lo largo de toda la historia del terrorismo, especialmente la trayectoria de ETA, han sido olvidadas o incluso han sido vilipendiadas, o no ha sido reconocido su esfuerzo y su contribución imprescindible para derrotar al terrorismo”, destaca Cristina Cuesta, directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco.

Este documental, que está siendo presentado por diferentes lugares de la geografía española, llegó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca el pasado martes de la mano la Unidad de Análisis de la Conducta Criminal.

Esta cinta cuenta la vida de 11 escoltas que perdieron su vida en pleno auge del terrorismo de ETA en España. El por qué de centrarse en 11 “ha sido fácil”, destaca el director del documental, Felipe Hernández Cava. Once fueron exactamente los escoltas asesinados por ETA, por lo que “no hemos tenido que hacer una elección porque es la selección que desgraciadamente hizo ETA”, destaca el director. Entre ellos había policías, guardias civiles, militares y también un ertzaintza.

Pero el documental va más allá. También hace mención a los dos escoltas que fueron asesinados por el GRAPO y, al margen del homenaje general, también se centran en los escoltas privado. “En especial a partir de mediados de los 90, que es cuando ETA aplica la socialización del sufrimiento y extiende el número potencial de sus víctimas en la sociedad vasca, hubo de repente que proteger a muchísimas personas y no había suficiente con los escoltas de los cuerpos antes citados y hubo que recurrir a compañías de seguridad para que prestaran ese servicio”, destaca el director.

Se trata del tercer documental en esta línea que realiza la Fundación Miguel Ángel Blanco. Pero, ¿por qué centrarse en los escoltas? “Nunca podremos saber a cuántas personas salvó el trabajo de los escoltas. Este trabajo nos llamó la atención porque no ha sido reconocido a lo largo de la historia como otros muchos trabajos y compromisos profesionales que han sacado adelante una situación que era complicadísima”, destaca Cristina Blanco.

“La relación que se estableció entre escoltados y escoltas, y que fue una anomalía en la Europa democrática, porque no ha habido ningún otro país europeo que haya tenido que soportar que toda la oposición política, por ejemplo, llevara escolta, como barrenderos, estudiantes universitarios… tenían que vivir protegidos porque eran concejales de pueblos pequeños en el País Vasco. La única protección que tenían era el amparo de los domicilios, toda esta situación, lo que fue la vivencia cotidiana en los años muy largos, décadas, en las que vivieron tantas personas en nuestro país, y no ha sido relatado lo suficientemente bien”.

Como hemos mencionado anteriormente, este documental es el tercero de una línea que sigue la Fundación. Los tres documentales siguen un mismo patrón: por un lado, se trata de contar primero cierta dramaturgia para conseguir interesar al espectador sobre lo que se le está contando, y entonces en este caso lo que quisimos dentro de esa dramaturgia era reconstruir los últimos momentos de vida de cada uno de esos escoltas, hacer con la cámara su último recorrido, prácticamente en tiempo real. Y eso es lo que el espectador se va a encontrar en este documental”.

En lo que respecta a la idea de este documental, su director añade que “trabajamos apoyándonos en dos patas, por un lado, las memorias de las víctimas y por otro en la historia. Huimos del concepto memoria histórica, pero trabajamos con la memoria por un lado y con la historia por otro”.

A la pregunta de por qué este título, ambos se ríen. Este no fue el primer título que les rondó por la cabeza. Tenían en mente algo relacionado con los ángeles custodios, sin embargo, después de que hayan visto la luz otros proyectos que tenían como título esta ide cambiaron. Después, tras varias vueltas, su director destaca que el concepto de las sombras “siempre me han gustado y también aquí tenía su sentido porque como ha dicho Cristina, cuando nosotros hemos ido hablando con algunas víctimas que nos encontrábamos siempre suele ser el de aquellos que se han quedado en la sombra que nadie recuerda “.

Cristina añade que “no tenían como mucho el escuadrón de identidad claro y además el terrorismo es lo que pretende deshumanizar, cuanta más luz demos a las historias, a las vidas, a las circunstancias… pues más estamos luchando contra el terrorismo desde el punto moral”.