Un manto de fervor arropa a Nuestra Señora de las Angustias

Tras un comienzo de semana pasado por agua, la climatología esta siendo benévola con estos días de Pasión y las agradables temperaturas de las noches han posibilitado la salida a las calles bejaranas de las procesiones nocturnas. El buen tiempo ha animado también a que los vecinos y visitantes de la ciudad textil se acerquen a los recorridos para mostrar su respeto y sentimiento ante el paso de unas tallas de una magnificencia que hacen brillar a la Semana Santa textil.

A las 22 horas de este Jueves Santo, la Hermandad de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias lucia por el entorno urbano la imagen de la Virgen con el cuerpo de Jesús en brazos, mostrando el dolor por la muerte de su hijo. La talla volvía a sentir el calor de sus vecinos tras no sólo el paso de la pandemia, sino además la restauración que Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León de Simancas realizó sobre este conjunto escultórico de alto valor.

Los hermanos partieron desde la Iglesia de Santa María la Mayor, con rumbo a la Plaza Mayor, donde un nutrido grupo de público esperó paciente y expectante la llegada de la imagen. Una vez en el ágora, Nuestra Señora de las Angustias bailó al son de la banda de tambores, en uno de los momentos más bellos de la Semana Santa bejarana. Tras deambular por la Calle de Las Armas y bordear la Plaza de la Piedad, el cortejo procesional tomó de nuevo dirección a la Iglesia de Santa María para que la bella pieza penitencial descanse hasta su próximo encuentro con sus devotos dentro de un año.