Las terrazas de los establecimientos de hostelería registraron un ajetreo constante
Como ocurría de forma previa a la pandemia del coronavirus, Ciudad Rodrigo vivió un intenso Jueves Santo, no sólo producto de las tres procesiones que hubo a lo largo del día, sino del espectacular ambiente callejero registrado durante toda la jornada, al que contribuyeron los residentes habituales en Miróbriga, aquellos que vuelven para disfrutar de estos días, y por supuesto muchísimos turistas, sobre todo familias.
Para que fuese posible ese gran ambiente callejero, fue clave la espléndida meteorología, luciendo el sol durante toda la jornada acompañado de temperaturas notablemente altas en aquellos lugares donde daba directamente, que se prolongaron hasta una vez ya caída la noche (un rato antes del anochecer, a las 20.45 horas, el termómetro de la Farmacia Dorado de la Plaza Mayor marcaba todavía 19ºC grados centígrados).
Precisamente, esa Plaza Mayor fue uno de los puntos de ebullición de la jornada, en especial sus terrazas, tanto de los establecimientos de hostelería como de la heladería, muy concurrida producto del calor. Fuera de la Plaza, las terrazas también tuvieron una alta ocupación durante buena parte de la jornada en zonas como la Plazuela del Buen Alcalde (donde se puede contemplar el Mercado Artesano), la Rúa del Sol, o el entorno del Parque de La Glorieta.
Dejando un lado el ámbito hostelero, los turistas llegados a Ciudad Rodrigo aprovecharon también para visitar monumentos y exposiciones. Hay que recordar que estos días están abiertos al turismo en virtud del programa de apertura de monumentos de la Junta de Castilla y León la Iglesia de Cerralbo, la Iglesia de San Pedro-San Isidoro, la Iglesia del Hospital de la Pasión y la Iglesia de San Agustín.