‘La Torrecilla’ un espectáculo de la naturaleza pensado para el descanso
Su llamativa y amplia casa rural se combina a la perfección con sus caballos pura raza y sus sesiones de equitación
Hablar de la Finca La Torrecilla es hacerlo de una estampa pura de los escenarios más asombrosos que atesora Castilla, siempre en constante evolución y amparada por la constante vida que ofrece el río Tormes, quien, a su paso, ofrece unas vistas y unos escenarios que difícilmente pueden dejarse de lado.
No es que lo contemos nosotros, es que la misma imagen que se genera nada más entrar en la finca, ubicada en San Pedro del Valle y junto al histórico Balneario de Ledesma, es buena prueba de que lo dicho es pura realidad, ya que se trata de un lugar que no necesita aderezos ni “florituras”.
Dentro de este histórico recinto, hoy con nueva e ilusionada gestión, podemos encontrarnos grandes joyas como es su Yeguada ‘Alora’, caballos de pura raza española con pupilaje, todos inscritos y con una destacada genealogía, lo que supone un gran atractivo para quienes disfrutan cabalgando, pudiéndolo hacer en una imponente pista cerrada preparada al detalle para poder ofrecer un aprendizaje perfecto de principio a fin, siempre acompañados por profesionales de primer nivel.
A ello se suma la imponente cría de Limusín puro para la venta, con todas las certificaciones necesarias para que quienes adquieran uno de estos animales, cuya raza están recuperando a base de esfuerzo y tesón, se lleve la total garantía de que es un animal puro.
Pero entre tanto, también tenemos que destacar otra de las joyas de la finca como es su Casa Rural. Un espacio, que en sus orígenes fue un Hotel Rural, por lo que hoy ofrece seis habitaciones suite con todo lujo de detalles, a lo que se añaden espacios comunes de impresión como el salón o la zona de comedores, lo que sitúa a esta casa entre las más originales y llamativas de la provincia, estancias que no solo están pensadas para el disfrute, sino para todos los bolsillos.
En definitiva, una finca y unas instalaciones muy desconocidas y que hoy, con las puertas abiertas de par en par, suponen uno de los atractivos turísticos más destacados de la provincia salmantina, perfecta para disfrutar en pareja, en compañía de amigos o bien para el disfrute general cabalgando a lomos de cualquiera de sus caballos. Eso sin olvidar los interminables paseos que ofrece el atardecer, ofreciendo grandes espacios naturales y un sinfín de variedades en plantas y árboles que, junto al paso del río, muestran una estampa difícil de olvidar y necesaria de repetir en cualquier ocasión o celebración.