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Las residencias La Llanada I y II de Aldeadávila ofertan plazas libres
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SERVICIO DE ATENCIÓN A PERSONAS MAYORES

Las residencias La Llanada I y II de Aldeadávila ofertan plazas libres

Actualizado 24/03/2022 10:51
Miguel Corral

Con capacidad entre ambas para 125 usuarios, sus amplias instalaciones ofrecen todas las comodidades y posibilitan los mejores servicios, aquí en manos de un gran equipo humano

El Ayuntamiento de Aldeadávila ha convertido el cuidado de las personas mayores en algo personal, un servicio que se remonta a mediados de la década de los 80 cuando abría sus puertas la residencia municipal la Llanada I. Treinta años más tarde su compromiso con los mayores permanecía vigente y comenzaba una nueva singladura en el campo de la atención geriátrica con la puesta en funcionamiento hace seis años de un segundo centro: La Llanada II.

Desde la construcción de La Llanada I, el Ayuntamiento ha apostado por la gestión pública como fórmula para garantizar el mejor servicio a los mayores. Entre ambos centros se ofertan 125 plazas adaptadas todas ellas a grandes dependientes y distribuidas en habitaciones dobles y sencillas con su correspondiente cuarto de baño en cada una de ellas, ahora con plazas libres.

El servicio municipal de atención a mayores posibilita la estancia permanente de los residentes o temporal para casos de recuperación hospitalaria, etc., siempre con una atención personalizada, a lo que suma el programa de apoyo a la permanencia en el hogar con servicios de lavandería y manutención (desayuno, comida y cena). Además, cuenta con personal especializado en cuidados paliativos.

Ambas residencias suman los servicios de enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional y otros externos como podología y peluquería. Tampoco faltan las actividades de animación y desde la dirección, en manos de Raquel Sánchez y Estela Gallego, se tramitan solicitudes de ayuda a la dependencia.

Pero si el Ayuntamiento de Aldeadávila ha puesto una especial atención en el servicio que reciben los usuarios de La Llanada I y II, esta faceta es el cuidado de la salud de los mayores, que comienza con la ubicación de estas instalaciones, a dos minutos de un Centro de Salud dotado de urgencias médicas las 24 horas y con ambulancia del Sacyl para traslados hospitalarios en caso de emergencia. Como señala la concejala de Asuntos Sociales, Virginia García, a esta particularidad se añade la consulta médica e incluso el servicio de podología, además del servicio de enfermería o las sesiones de fisioterapia y las actividades de terapia ocupacional.

Precisamente, Verónica Rodríguez es la encargada de los talleres de terapia ocupacional en los que trabaja tanto con ejercicios de estimulación cognitiva, para mejorar la memoria, como el estado físico de los mayores, todo bajo un Plan de Atención Individualizada y adaptado a las necesidades de cada persona. Actividades manipulativas, manualidades, ocio, mejora de la comunicación, escritura, trabajos de cálculo y atención, además de ejercicios de motricidad fina para mayores con Parkinson o escasa movilidad manual. En definitiva, un programa individualizado acorde a las necesidades y objetivos de cada persona.

La residencia La Llanada I se ubica en el mismo centro del casco urbano del municipio y tiene capacidad para 60 residentes. Como recuerda Estela Gallego, tras su apertura a mediados de los años 80, sus instalaciones han ido adaptándose con el paso del tiempo a la nueva normativa y a conferir a sus usuarios un mayor grado de confort y bienestar. Cabe destacar su gran terraza exterior, lo que proporciona a los residentes estar en contacto con el aire natural de las arribes.

Por su parte, La Llanada II se ubica en el extrarradio del casco urbano de Aldeadávila sobre una parcela de 10.000 m2, lo que confiere a los usuarios una sensación de libertad al estar rodeado de naturaleza. El edificio se sustenta en tres plantas cuyo conjunto supera los 2.700 m2 útiles para 65 residentes.

Pero además de las instalaciones, dotadas del mejor equipamiento, es el factor humano el que hace de las residencias La Llanada I y II un lugar privilegiado para afrontar el último episodio de la vida, que no tiene por qué ser muy distinto de etapas anteriores si se tiene en cuenta el trato familiar y la atención personalizada que presta el equipo humano a sus residentes. Cada una de sus empleadas vela por los mayores día y noche dando lo mejor de sí mismas, convirtiendo su trabajo en un reto personal para ofrecer un cuidado permanente.