Espacios para la participación y el encuentro de la ciudadanía

“Salamanca ha reafirmado hoy su compromiso inquebrantable con la igualdad real entre hombres y mujeres con la apertura de la nueva Casa de la Mujer ‘Clara Campoamor’”, dice una nota municipal el 8 de marzo, donde “se aúnan en un único espacio identificable todos los recursos municipales a disposición de las mujeres”. Muy loable, más si “la lucha por la igualdad y por los derechos de todas las mujeres es una prioridad” para el consistorio que “no admite ningún retroceso”. Aunque para los nuevos socios de gobierno regional de su Partido son ciudadanía de segunda clase, si acaso. Durante siglos incluso discutían si tenían alma.

Desde luego no voy a cuestionar una iniciativa contra la desigualdad en nuestra sociedad. Lo que me llama la atención es especializar un espacio de participación y encuentro de toda la ciudadanía: Casa de la Juventud, Centro de Mayores, Casa de Asociaciones, etc. En otra nota el alcalde manifestaba “Las políticas que generan igualdad lo abarcan absolutamente todo y en este ayuntamiento estamos comprometidos a que la igualdad siga siendo un eje vertebrador de nuestras acciones”. Alguna vez he reclamado una red de Centro Cívicos, tras definir un modelo. Desde el de Chamberí hemos tenido varios experimentos, siendo interesantes el de Vistahermosa y El Charro. Otra cosa es su accesibilidad (de proximidad), y su uso claro. ¿Pondrá el Ayuntamiento la línea de transporte público que niega a Pizarrales, Barrio Blanco y Capuchinos para llevar a todos los mayores de la margen izquierda hasta el nuevo centro exclusivo?, la mitad no tienen hoy esa posibilidad.

Alguna vez he comentado la creación, hace años, de la Fundación Kaleidos.red por varias ciudades para trabajar ese tema y crear un modelo. Para Vitoria son “equipamientos municipales ubicados en los distintos barrios de la ciudad donde se desarrollan diversos servicios, programas y actividades de carácter cultural, deportivo, formativo, y sociocomunitario en el sentido más amplio del término, así como de información y atención social a la ciudadanía desde parámetros de integración y participación”. “Tienen como misión, posibilitar a los ciudadanos y ciudadanas lugares abiertos de encuentro, información, formación, orientación y ocio donde a través de la utilización multidisciplinar, tanto individual como colectiva, de los distintos servicios, programas y actividades, y de la participación activa de asociaciones, grupos y usuarios, se contribuya a la creación de hábitos saludables de ocio y a mejorar la calidad de vida”. No está mal una Casa de la Mujer, pero sería mejor si sus posibilidades estuvieran a su alcance en su propio barrio.

A pesar de lo hecho, podemos replantear el no modelo buscando algo como eso, faltan en demasiados barrios. Los dos mencionados podrían ser el ejemplo a seguir en toda la ciudad, integrando todas las políticas, a toda la ciudadanía y a todas las edades. Cada una con sus particularidades, pero facilitando la posibilidad del encuentro y la proximidad, algo difícil si compartimentamos todo en espacios muy diferentes y alejados. Desvestir un santo para vestir otro no parece la mejor idea. Claro que, si el uso de esos espacios es complicado o no se facilita la existencia de programación estable y continua, sobran todos.