La segunda de las vaquillas logró colarse en uno de los huecos de paso de público
Por segunda edición consecutiva, el Domingo de Piñata incluyó en su programación (en el primer tramo de la tarde) una capea de vaquillas en el Registro, que había sido preparado para la cita colocando una puerta adicional junto a la entrada a la bóveda de la Puerta del Conde (donde se situó el camión desde el que se fueron soltando los animales), e instalando un mallazo en la puerta de barras verticales que hay justo en la entrada al Registro viniendo desde la Glorieta del Árbol Gordo.
Pese a esas precauciones para que las vaquillas no se colasen por donde no debían, una de ellas lo consiguió: en concreto fue la segunda en hacer acto de presencia en el Registro la que se coló en el pequeño espacio reservado al paso de público que hay entre la hilera de agujas de la zona de las gradas y la pared vecina. Rápidamente, varios mozos agarraron la vaquilla y lograron meterla otra vez para dentro. Precisamente, también fue ese ‘método artesanal’ el requerido para ir devolviendo a las vaquillas al camión.
Esta capea de vaquillas estuvo bastante concurrida, congregándose personas de todas las edades en el Registro, siendo como es lógico los principales protagonistas dentro de agujas los más jóvenes, que se lo pasaron en grande con los animales, todo ello en una tarde bastante fría, sobre todo si se compara con la agradable temperatura que reinó durante los días de Carnaval.
Con esta capea, los mirobrigenses se despiden definitivamente de los astados en lo que respecta al Carnaval 2022, con la esperanza de que el reencuentro con los mismos siga los plazos habituales, y no ocurra como en 2020, cuando menos de dos semanas después del Domingo de Piñata (que en aquella ocasión tuvo lugar el 1 de marzo), ‘todo cambió’.