La sala Santo Domingo de Salamanca ahonda en el proceso y la evolución del arte escultórico de Venancio Blanco
Propuesta centrada en la evolución, cambios e inquietudes del artista
La huella de Venancio Blanco es extensa en Salamanca, donde nació, en la localidad de Matilla de los Caños, y donde se le recuerda con exposiciones temporales en la Sala Santo Domingo de la Cruz.
En este lugar se van sucediendo muestras sobre distintos aspectos de la dilatada trayectoria del escultor, fruto de un convenio que firmaron en 2014 el Ayuntamiento de Salamanca, la Fundación Venancio Blanco y la Fundación Mapfre.
Ahora, hasta el mes de junio, en esta sala de Santo Domingo, se puede ver una propuesta centrada en la evolución, en los cambios del artista, en sus inquietudes por progresar que dejaba patente en sus creaciones.
Para ello, con el título de 'Una mirada sincera', la iniciativa, con entrada gratuita, acerca 42 esculturas de diferentes épocas y técnicas, junto a los jardines de Santo Domingo, donde el visitante puede también disfrutar al aire libre de la colección permanente de la Fundación Venancio Blanco.