Los asistentes creen en la necesidad de buscar alternativas de desarrollo en alianza con el territorio
Monleras acogió el pasado sábado 5 de febrero una jornada de información, debate y reflexión en torno a los megaproyectos energéticos que grandes compañías eléctricas planean desarrollar en el Noroeste salmantino en los próximos años. Acudieron unas cuarente personas a la reunión, convocada por colectivos sociales con fuerte arraigo en el territorio a los que une el compromiso por defender un mundo rural vivo: Escuelas Campesinas de Salamanca, Adecasal, Asdecoba y Stop Uranio.
Comenzó Felipe Yuste, miembro de Ecologistas en Acción de Salamanca, exponiendo con abundancia de datos el actual proceso de expansión de las energías renovables, en el marco de las políticas europea y estatal para hacer frente al reto del cambio climático e impulsar la transición ecológica. Se detuvo en analizar la realidad de Castilla y León, el “granero” de la energía que sostiene el desarrollo de otras regiones más prósperas, una comunidad que produce más del doble de lo que consume y en cuyo territorio se proyectan gigantescas instalaciones eólicas y fotovoltaicas que duplicarán su capacidad productiva. Analizó con más detalle los megaproyectos que se concentran en el Noroeste salmantino, cuya ubicación obedece a la lógica de la rentabilidad que supone la cercanía de la estación de Villarino de los Aires para evacuar la energía generada.
A continuación, intervinieron Delfín Martín, portavoz de la plataforma 'Otra vez No en Sayago' y Juan Morales, representante de la agrupación de afectados 'S de Ricobayo', quienes expusieron las razones que les han llevado a posicionarse en contra de los proyectos energéticos en sus respectivos territorios, al considerar que responden a unos intereses ajenos a sus comunidades rurales, obligadas a soportar otra vez los costes y sacrificios que exige un modelo de desarrollo que beneficia a otros y que aquí solo trae expolio de sus recursos y despoblación. Por ese motivo ambas agrupaciones han pasado a formar parte de la plataforma Aliente (Alianza Energía y Territorio), que integra ya a más de doscientos colectivos que reclaman una transición energética justa, un modelo energético en otra escala más democrático y un compromiso con la sostenibilidad del territorio.
La jornada finalizó con un espacio de reflexión y debate, en el que se perfilaron las siguientes propuestas consensuadas de forma general por parte de las personas asistentes:
La realización de la actividad contó con el apoyo del programa Gente y Tierra que promueve la organización Colectivos de Acción Solidaria y que cuenta con subvención del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.