La celebración se limitó a una misa presidida por Prudencio Manchado que incluyó una Salve cantada
La Parroquia de Santa Marina ha vuelto a ser por segundo año consecutivo el único punto de referencia a la hora de celebrar en Ciudad Rodrigo de forma ‘oficial’ a Santa Águeda, al suprimirse por culpa de la pandemia del coronavirus la hoguera que solía prenderse en la víspera en la zona del Mercado de Abastos, la recepción en la Casa Consistorial a las Águedas, y la procesión y el convite en el entorno del templo que tenían lugar a la conclusión de la solemne eucaristía, que es lo único que ha sobrevivido.
Después de que el año pasado, cuando la celebración también se ciñó a una misa, apenas se diesen cita en esta Iglesia de Santa Marina una decena de personas (sí que es cierto que aquella tarde de 2021 estuvo muy desapacible), en esta ocasión, en una tarde de sábado, y con una buena meteorología en el exterior, acudieron a honrar a su ‘patrona’ unas cuarenta mujeres.
Junto a ellas estuvieron 4-5 hombres, entre ellos el concejal del PSOE Jorge Labajo, única representación de la Corporación Municipal junto a su compañera de partido Carmen Lorenzo, hija de la popular ‘Alcadesa de las Águedas’, Rosario Pérez, quién se situó en la primera fila de bancos, a escasos metros de la imagen de Santa Águeda, situada a ras de suelo en el altar.
Otro hombre que estuvo en el templo fue el oficiante de la ceremonia, el párroco de Santa Marina, Prudencio Manchado Vicente, quién explicó que la misa ya valía como eucaristía dominical. Como componente especial, esa misa incluyó el canto de la Salve, como era tradición hacer a la conclusión de la procesión de la imagen de la Santa por las calles del barrio. Como cierre, Rosario Pérez anunció quienes serán las mayordomas de las Águedas en 2023, cuando ya se espera recupera la normalidad en la celebración.