Amplia asistencia de fieles a una celebración cuyos actos religiosos fueron presididos por el Obispo, José Luis Retana
Después de que el año pasado se interrumpiese la tradición por culpa de la pandemia del coronavirus (solo hubo una misa), cientos de mirobrigenses están recuperando en el momento de publicarse esta información –primera hora de la tarde del jueves- la tradición de dirigirse en peregrinación en la tarde del 3 de febrero hasta el agregado de Sanjuanejo, para adquirir las emblemáticas gargantillas de San Blas, al mismo tiempo que disfrutan de una jornada festiva con una temperatura muy buena.
Esa parte más festiva de la jornada comenzó tras desarrollarse en el segundo tramo de la mañana del jueves los actos solemnes en honor al patrón de las gargantas, que fueron presididos por el nuevo Obispo civitatense, José Luis Retana, quién “ha hecho un hueco en su agenda repleta”, según expresó el sacerdote Rafael Caño, quién recientemente ha sido nombrado Administrador Parroquial de Sanjuanejo tras la jubilación del histórico párroco del agregado, Bernardino San Nicasio.
Aunque no estuvo físicamente (por “prevención”, según indicó Rafael Caño), Bernardino San Nicasio estuvo muy presente durante toda la mañana, teniendo recuerdos para él Rafael Caño, José Luis Retana o el presidente de la Cofradía de San Blas, José Antonio Paniagua. De hecho, la Cofradía ha adquirido un obsequio, que se le dará en cuanto se pueda, que fue mostrado a los asistentes a la misa en la Iglesia de Sanjuanejo.
De esa Iglesia partió justo al mediodía la procesión de la imagen del Santo, encabezada por el tamborilero Juan Antonio Muñoz, tras el cual marchó el estandarte de la Cofradía, y los 6 mayordomos de la celebración de este año: Carlos Ramajo Garduño, Óscar Ramajo Garduño, María García Garduño, Salomé García Garduño, Pablo Vegas Garduño y Nicolás Vegas Garduño.
Varios costaleros fueron rotando a la hora de portar la imagen de San Blas, tras la cual marcharon el Obispo José Luis Retana, José Antonio Paniagua y el alcalde Marcos Iglesias. A continuación desfilaron el resto de sacerdotes y concejales asistentes, representantes de la Policía Local de Ciudad Rodrigo (su jefe Narciso Caridad) y la Guardia Civil (el teniente Jesús Arellano), y el amplísimo número de personas que habían acudido a la clásica llamada de San Blas, pese a tratarse de un día laborable.
La procesión se dirigió hasta las puertas del Monasterio de La Caridad (antiguo epicentro de las celebraciones), donde se detuvo un momento para rezar un Padrenuestro bajo las indicaciones de José Luis Retana, antes de deshacer el camino andado hasta la Iglesia Parroquial de Sanjuanejo, donde se ofició la habitual eucaristía solemne, presidida también por el Obispo, quién manifestó que “nunca había celebrado esta fiesta en los muchos sitios en los que he estado”.
Para favorecer que se guardase la distancia de seguridad, este año se colocó megafonía en el exterior del templo, para que se pudiese seguir desde allí la misa (incluso se pasó el cestillo y se repartió la Comunión a los que estaban en el exterior). Durante esa celebración eucaristía, se procedió a la bendición de las gargantillas de San Blas, y en el tramo final, al relevo en la Mayordomía, cogiendo las varas otros tres jóvenes, Jezabel, Julián y Laura.
Finalizada la celebración, lo primero que ocurrió en el exterior –mientras la Cofradía repartía estampas del Santo- fue un baile, al ritmo del tamborilero, por parte de las charras que habían acompañado también al Santo durante la procesión. Tras ello, se montó la ‘barra’ desde la cual se empezaron a despachar las 13.500 gargantillas preparadas por la Cofradía de San Blas, de 10 colores diferentes, que se pusieron a la venta a un precio de 0,50 céntimos cada una.
Aunque había carteles recordando que se debían mantener 2 metros como distancia de seguridad, no llegó a haber tantas distancias interpersonales entre los situados en la cola, si bien es cierto que no hubo los literalmente apretujones que hubo en muchos años anteriores. Al poco de iniciarse la venta, se abrieron las puertas del recinto habilitado con vallas para disfrutar de un amplio convite (bajo unas carpas y en los soportales del centro de Asprodes).
Como decíamos al principio, a la hora de publicarse esta información está en marcha la clásica peregrinación a Sanjuanejo, en la que tienen un papel destacado los jóvenes, una vez finalizaron su jornada lectiva.