Una novela biográfica revela que Miróbriga fue clave para la 1ª mujer piloto de España

La dilatada trayectoria personal y profesional de María de la Salud Bernaldo de Quirós, primera mujer piloto de España, que está vinculada a Ciudad Rodrigo al haber sido la segunda esposa de José Manuel Sánchez-Arjona y de Velasco (el ‘Buen Alcalde’), ya es totalmente accesible gracias a una novela biográfica que ha escrito Jorge Bernaldo de Quirós y Trillas, con el título de La Dama del Cielo, para “dar a conocer su figura y reivindicar su puesto en los anales aeronáuticos”.

El volumen fue presentado en la mañana del sábado en el Palacio de Los Águila de Ciudad Rodrigo (donde vivió en su momento la protagonista), con la participación del alcalde Marcos Iglesias y del investigador Tomás Domínguez Cid, quién ha sido clave para que esta publicación vea la luz, como resaltó durante la presentación el propio autor, cuyo padre era primo segundo del bisabuelo de María de la Salud Bernaldo de Quirós, del tal modo que conocía de siempre su historia, aunque ha sido ahora cuando ha decidido plasmarla en un libro, lo que le ha permitido descubrir interesantes datos.

Además de familia, Jorge Bernaldo de Quirós –que reside en Ibiza- también comparte con María de la Salud Bernaldo de Quirós, “de casualidad”, la profesión, siendo por un lado piloto de línea aérea (lo dejó hace año y medio para dedicarse al cuidado de su familia, así como a otras cuestiones empresariales), y por otro lado, Teniente del Ejército del Aire, con posición de reservista voluntario, de tal modo que presta servicio de 1 a 4 meses al año (principalmente labores de instrucción). De igual modo, forma parte del 801 Escuadrón de Fuerzas Aéreas, habiendo participado en tareas de rescate y labor humanitaria, según fue explicando.

La novela sobre María de la Salud Bernaldo de Quirós (que “recibimos con gran satisfacción en Ciudad Rodrigo, porque la figura del Buen Alcalde sigue en la retina por todo lo que hizo”, según Marcos Iglesias), repasa toda su vida, que arranca en Llanes (Asturias). Bastante joven, con 18 años, se casó con un primo hermano (“lo que ya demuestra su carácter”, según el autor), teniendo dos hijos, que mueren en un espacio de 2 años, falleciendo asimismo el esposo por culpa de gripe española.

Después de ello, se marchó a vivir a Sevilla, donde conoció a José Manuel Sánchez-Arjona y de Velasco, quién también era viudo. Tras enamorarse y casarse, deciden trasladarse a Ciudad Rodrigo, ya que los dos tenían fincas familiares que administrar. Una vez en Miróbriga, José Manuel Sánchez-Arjona es designado Alcalde por el decreto de municipios de Primo de Rivera, iniciando su etapa política (aprovechando las fechas en las que estamos, Marcos Iglesias recordó algunas de sus acciones en torno al Carnaval).

Desde el punto de vista de Jorge Bernaldo de Quirós, y siguiendo el dicho de que “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”, María de la Salud Bernaldo de Quirós “ayudó aportando ideas, tenacidad y fuerza, que hicieron que gracias a sus acciones el alcalde de Ciudad Rodrigo fuese grande”. Fue también en Miróbriga donde la protagonista de la novela descubrió su pasión por volar, expresando Jorge Bernaldo que “si María fue piloto, es gracias a Ciudad Rodrigo, porque la puso en el momento y sitio adecuado”.

En concreto, relató el hecho de que tres aviones militares tuvieron que aterrizar cerca de Ciudad Rodrigo por la avería de uno de ellos, alojándose sus ocupantes (un capitán y dos tenientes) en la casa del Buen Alcalde (en la Casa de los Vázquez, actual edificio de Correos). Dos de los aviones volvieron pronto a Sevilla, pero otro se quedó unos días más, realizando al capitán un ‘interrogatorio’ sobre aviación María de la Salud Bernaldo de Quirós, quién era aficionada a los motores, y de hecho tenía un coche propio, algo poco frecuente.

A raíz de hablar con ese capitán, quién le explicó que apenas había mujeres pilotos (le habló de una en Francia), María de la Salud Bernaldo se propuso ser la primera mujer piloto de España, por lo que decidió marcharse a Madrid, ya que de paso su amor con el Buen Alcalde se estaba acabando. En Madrid, se inscribió en el Club de Getafe, único para pilotos civiles, logrando sacarse el título de piloto, aunque curiosamente no llegó a recibir nunca, por ser mujer, la insignia y título de piloto militar, de tal modo que Jorge Bernaldo de Quirós le ha pedido ahora a la Ministra de Defensa que se lo conceda.

María de la Salud Bernaldo de Quirós se divorció del Buen Alcalde tres años y medio después, siendo la 2ª mujer de España en divorciarse, quedándose sin ser la primera “por 35 minutos”, según Jorge Bernaldo, quién explicó que todavía de mayor “le daba rabia” no haber sido también la primera en ese apartado. En lo que respecta a su vida como piloto, se dedicó principalmente a hacer bautismos de aire en el norte de España, alcanzando cierta popularidad.

Cuando estalló la Guerra Civil por el golpe de estado de Franco, María de la Salud Bernaldo de Quirós se alió con el bando nacional, captándola para hacer vuelos de reconocimiento su antiguo instructor, José Rodríguez, quién con el tiempo llegó a ser Ministro del Aire con Franco. La protagonista llegó a verse involucrada en una acción de combate con un avión republicano, tras lo cual apenas hizo un vuelo más de reconocimiento antes de prohibirle el régimen volver a volar (tapando incluso lo que había hecho).

El alcalde Marcos Iglesias destacó durante el acto la “impronta” y la “ambición” de María de la Salud Bernaldo de Quirós (“no quería ser ‘la mujer de’”), apuntando que a los mirobrigenses “nos tiene que satisfacer que llegase a tener ese logro de ser la primera mujer piloto”, considerando que “tenemos una deuda con ella” (indicó que al Buen Alcalde sí se le han reconocido los méritos, pero no a su mujer).

Jorge Bernaldo de Quirós sí está intentando que su figura sea conocida, y además del libro y la petición al Ministerio de Defensa, fue el que propuso a Iberia que bautizase uno de sus aviones con su nombre, además de lograr que en la sede de la empresa Condor en Frankfurt la hayan colocado dentro de una pared que recoge imágenes de las primeras mujeres piloto de los distintos países.