De forma previa se desarrolló la tradicional procesión por las calles del barrio, con el joven Sergio Muñoz Rivero como mayordomo
Las celebraciones en Ciudad Rodrigo del patrón de los animales, San Antón, se completaron en la mañana del lunes (jornada en la que aparece en el santoral) con los actos más solemnes de la Parroquia de San Andrés, que había abierto su festividad en la tarde dominical, con la tradicional hoguera en el glacis del foso frente al Mercado de Abastos. La actividad en la jornada del lunes arrancó con la puesta a la venta a primera hora de los tradicionales panecitos bendecitos, que un año más registraron una alta demanda, agotándose a lo largo de la mañana.
Justo al mediodía fue el momento de llevar a cabo los actos solemnes, que en esta Parroquia se inician siempre con la procesión de la imagen de San Antón por las calles del barrio. De este modo, escoltados por la Policía Local, los participantes en la comitiva hicieron un recorrido marcado por la niebla y el frío por las calles San Antón, Canal, Mateo Hernández Vegas, Santa Clara y de nuevo San Antón. La comitiva estuvo encabezada por el estandarte de la Cofradía, yendo detrás el joven mayordomo de la festividad, Sergio Muñoz Rivero.
Tras él marchó el tamborilero Sergio Montero ‘El Manterito de El Bodón’, y la imagen de San Antón, que no hizo ninguna parada por el camino. Tras el paso figuraban los sacerdotes Vidal Rodríguez Encinas (que presidió la celebración), Juan Carlos Sánchez y Víctor Manuel Sevillano, y los miembros de la Corporación Municipal Marcos Iglesias, José Manuel Jerez, Beatriz Jorge Carpio, Laura Vicente, Ramón Sastre, Víctor Gómez, Carmen Lorenzo, Jorge Labajo, y Joaquín Pellicer.
De vuelta al templo parroquial, se ofició la solemne misa festiva (en la que también estuvo el sacerdote Ángel Olivera), a cuya conclusión los fieles se pudieron acercar a la zona del altar a hacer una reverencia a la reliquia de San Antón a modo de ofertorio.
Poco a poco los fieles fueron saliendo del templo, donde estaban esperando una decena de perros a la espera de ser bendecidos, pensando que tendría lugar al final de la eucaristía como inicio de la procesión, sin saber que ya se había desarrollado con anterioridad (precisamente, en años anteriores los animales eran bendecidos justo al arrancar el desfile). En todo caso, ante el alto número de canes, Vidal Rodríguez y Juan Carlos Sánchez salieron bendecir a esos animales. De paso, Juan Carlos Sánchez dijo a los miembros de la Corporación algo así como “que San Antón os bendiga ante la decisión que tenéis que tomar” en torno al Carnaval.
Como remate, se procedió a sortear el tradicional aguinaldo, que desde el año pasado está compuesto por El Cajón de San Antón y un lote adicional. El primero de esos premios acabó por ser sorteado en dos ocasiones, ya que el primer número que salió se acabó por caer en la cuenta que no había siquiera salido a la venta (era un 9 mil y pico, cuando la tirada llegaba hasta los 8.000). De este modo, ese Cajón de San Antón fue finalmente para el número 0400, y el lote adicional, para el 0469.