Tejares: ¿se esfumó el río?

En estos días en que nos vamos despidiendo del verano, un dejo de tristeza se apodera de los que vivimos en el barrio de Tejares. Sucede que el brazo del río Tormes del que tanto nos enorgullecemos apenas contiene alguna charca en ciertos puntos de su lecho.

Hace muy poco comenté en este mismo medio acerca de la belleza del Tormes que pasa por mi casa. De la noche a la mañana solo divisamos tierra donde otrora nadaban y se alimentaban los cormoranes, los patos salvajes, las gaviotas, vencejos, garzas... Ayer, estas últimas iniciaban su éxodo hacia otras zonas más fértiles dejándonos desolados por su abandono.

¿Saldrá Tejares de las primeras líneas que dan inicio al libro "El Lazarillo de Tormes?, me preguntaba al ver la sequedad de mi río. Como todos saben así empieza esta obra: "Pues sepa Vuestra Merced, ante todas cosas, que a mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y de Antona Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes...".

Menos mal que, leyendo las noticias aparecidas en un medio digital, diciendo: "La pesquera de Tejares se ha quedado prácticamente sin agua. Esta situación es consecuencia de la fisura que se ha producido en la pared del azud del Tormes, que ha provocado un efecto "sifón" que ha acabado vaciando el agua contenido en la presa, según señalaron fuentes", nos tranquilizamos, ya que inicialmente hasta pensé que pudiera tratarse de un "aquómano", el equivalente a nuestros tan reiterados pirómanos. Y también pensamos que pronto este impase se iba a solucionar.

Sin embargo, pese a que la noticia decía que la Junta de Castilla y León está pendiente de este problema ecológico, cierto temorsillo se ha apoderado de estos lares, pues la misma noticia dice: "La Junta, a través de un comunicado, también informó que los agentes del Servicio Territorial de Medio ambiente seguirán trabajando a lo largo de los próximos días por si hubiera otras especies de peces "de mayor interés" que se pudieran ver afectadas por la fisura del azud a los efectos de ser trasladados a otros tramos fluviales".

Nos preguntamos si estas especies ahora protegidas volverán nuevamente a este brazo del río que pasa por Tejares. ¿Volverán los vencejos a nuestras ventanas? Prefiero contestarme que los que velan por la seguridad y el bienestar de nuestra ciudad no dejarán que desaparezca este pequeño pero valioso espacio natural.

Me preocupa esta situación, pero a la vez recuerdo las palabras de Jesús en Mateo 6: "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ... Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas...".

Texto y fotos: Jacqueline Alencar (vecina de Tejares)