Salamanca en el exilio

Lo sabes. Has ido a dar abrazos a estaciones de tren, paradas de autobús. Miras las fotos de tu adolescencia, fiestas de carrera y aquí no queda nadie. Quizá te enamoraste y un contrato de trabajo se llevó tu amor a la otra punta de España. Tienes una maleta "por si acaso" en el salón siempre a la espera. De treinta a cuarenta años un fantasma recorre la ciudad y nos niega la pertenencia?

Lo malo de las enfermedades crónicas es que nos acostumbramos a ellas. Como el sonido monocorde del órgano que envuelve lo demás la sangría demográfica que afronta Salamanca y que nos devuelve a niveles de población de 1930 ya no alerta a casi nadie.

Somos una de las provincias de España con mayor pérdida de Población. Según datos del INE hay más de 100.000 salmantinos residiendo fuera de su provincia y más de 30.000 viven en el extranjero. Ya ni se encienden las luces rojas: perderemos, según las previsiones, 31.000 habitantes hasta el 2029. Se va consolidando en nuestra tierra "la cuarta edad" de quienes pasan de los 80 años.

Diagnósticos, datos, radiografías repetidas que nos devuelven una y otra vez la misma realidad sobre la que la inoperancia política sobrevuela. Nos marchamos por causas laborales, nos marchamos porque no hay horizonte de realización profesional ni vital en un espacio que se ha dado por vencido a la hora de hacer política, política con mayúsculas, política de quienes crean con sus manos una provincia viva y diferente que no se entrega con fatalidad a la desidia.

Desde luego que en Salamanca podemos impulsar la innovación, apostar por el emprendimiento social y la comarcalización de los servicios. Desde luego que en Salamanca podemos abrazar nuestras Universidades e impulsarnos con ellas. Desde luego que podemos reavivar nuestros pueblos y crear empleo apoyándonos en sus fortalezas. Desde luego que podemos impulsar la formación, sin descuidar nunca la agraria que nos enseñará nuevos modos de respetarnos a nosotros mismos en nuestra tierra. Desde luego que podemos apostar por la industria cultural y creativa, economía del conocimiento que nos señala a nivel internacional y que nos representa.

Nuestros mayores no quieren vivir en un desierto, no quieren vernos marchar ni que se pierda por desidia lo que con tantísimo esfuerzo crearon. A veces dicen que la Meseta siente dolor por cada grano de arena que se aleja.

Políticos de la desidia, Partido Popular, Partido Socialista, dejadnos hacer, dejadnos hacer, la Salamanca en el exilio tiene que regresar, tiene que poder volver porque nos duele y araña cada salmantino que por vuestra ineptitud tiene que marcharse de su tierra.