El desahucio del PP

Lo primero que debemos hacer, amigo Groucho, es felicitar a todos los partidos, pues ya sabemos, es un clásico, que después de cualquiera de los comicios que se celebran, ganan hasta los que pierden. He ahí para confirmarlo las declaraciones del coordinador de campaña del Partido Popular señor Carlos Floriano, quien dijo la noche del domingo que en realidad el PP era el partido más votado. Éstas eran declaraciones de urgencia, es de imaginar que ahora la reflexión sea otra y habrá leído los resultados en clave de honestidad y progreso, que es lo que mayoritariamente ha votado el pueblo, y para eso era imprescindible su desahucio.

Hecha añicos la mayoría "egocentrista", lo primero será comprobar cómo están los cajones y llegar a acuerdos para atender esas prioridades que no pueden esperar más: dependencia, paro, desahucios, comedores abiertos en vacaciones, derogación de reformas, desistimiento de privatizaciones, fondos buitres, etc.

Todo esto con la mayor urgencia, pues aparte de la necesaria laxitud para calmar esa triste realidad, servirá para discernir, de cara a las generales, tan a la vuelta de la esquina, la altura de miras de esos políticos que tienden a especular hasta la extenuación, importándoles más la política de partido que la responsabilidad que han contraído con su pueblo.

Tendrán que trabajar mucho, y ahora va a ser importante ver quién se hace un selfie con quién. ¿Ciudadanos con PP?, ¿PSOE con Podemos e IU?, ¿PSOE-Ciudadanos? ¿PP-Ciudadanos? Si hacemos una retrospectiva hacia la campaña o precampaña, todos los partidos lo tenían claro: nadie se colocaría en esa foto en la que se comprobara un solo caso de corrupción. Ahora? quién sabe. Esperemos que cumplan la palabra.

Si no fuera la política una ciencia de tanta importancia, diríamos que sería hasta cómico y divertido ver a ese partido que aparece de naranja, no de amarillo, como un medicamento genérico para continuar con las demandas de la señora Merkel. Seamos serios, señor Rivera, reflexione, piense que los votos que el pueblo le ha dado a usted, quitándoselos al partido en el gobierno, han sido para que no los gestione el señor Rajoy, que voto que coge, voto que lleva al banco. Sería un fraude al electorado si no hace una lectura seria de lo que la gente quiere y no termina por alinearse con el pasado reciente. No asuma usted esa carga de ser un partido en B del Partido Popular.

Esto no significa que el PP carezca de espacio, porque no se trata de hacer un frente contra nadie, ya que el PP tiene una clientela defensora del conservadurismo o de "las buenas costumbres", una proposición muy ambigua que los cinco millones y medio de parados no la entienden, pero es su electorado fiel, aunque no deberían ampliarlo con aquellla prédica, hace ya cuatro años, de que eran el partido de los trabajadores (vid. Cospedal), antes tendrían que perseguir a los corruptos y acabar con ese neoliberalismo económico que hunde a las clases medias y excluye a las clases bajas.

Hoy hay un mapa más apetecible para los trabajadores, pues aunque la izquierda haya quedado fraccionada, mientras sea mayoría y una sus fuerzas a otros partidos progresistas, en el centroizquierda es fácil que puedan entenderse.