Buen ambiente en la San Silvestre Farinata, que contó con una nutrida participación tanto local como foránea
Tras no poderse organizar el año pasado por culpa de la pandemia (aunque se animó a que cualquier persona la hiciese por su cuenta cuando quisiese), Ciudad Rodrigo recuperó en la despedida de 2021 su San Silvestre Farinata promovida por el Club De 0 a 42, que tuvo una nutrida participación tanto local como foránea en una tarde más primaveral que invernal (hacía una temperatura excelente), con el objetivo final de echar una mano a las Conferencias de San Vicente de Paúl, a donde irá a parar lo recaudado con las inscripciones.
El evento –que alcanzaba su 5ª edición- constó de 3 carreras en total, siendo las dos primeras infantiles, una para chavales de 4 a 8 años de edad de 300 metros de distancia por el entorno de la Plaza Mayor, y otra para chavales de 9 a 13 años de edad de 600 metros de distancia también por el entorno del ágora (se dieron dos vueltas al mismo recorrido). El momento más esperado llegó con la salida de la prueba absoluta, de un total de 8 kilómetros de distancia resultantes de dar dos vueltas al recorrido diseñado.
Este recorrido fue el mismo que en la última edición celebrada, en 2019, pero con una novedad, ya que se movió el punto de salida y llegada, de la Plazuela de Herrasti a plena Plaza Mayor, que estuvo bastante animada entre la carrera y las personas que estaban tomando algo en los establecimientos de hostelería. Los atletas abandonaron la Plaza Mayor por La Colada, pasando a Díez Taravilla, y de ahí a las Plazuelas de San Salvador y de Herrasti para subir a la Muralla, que recorrieron hasta la zona de los Juzgados.
Una vez en Campo del Pozo, callejearon para acabar por salir de murallas por la Puerta de Santiago, para continuar hacia el Cuerpo de Guardia de San Pelayo, y posteriormente hasta la zona de los toriles permanentes. Tras recorrer la calle Caridad, bajaron la calle Iberia y recorrieron la Avenida de La Concha íntegra, para afrontar la Cuesta de Santiago, que evidentemente se le hizo muy dura a la mayoría de los participantes, algunos de los cuales la completaron andando. Tras llegar de nuevo a la Puerta de Santiago, entraron otra vez en murallas, para alcanzar por la calle San Juan la Plaza Mayor.
La prueba absoluta duró cerca de una hora en total (el tiempo que invirtieron los últimos atletas en cruzar la meta), pero los primeros la completaron en apenas media hora, de tal modo que el ganador masculino dobló a los últimos en la zona de la Puerta de Santiago. Ese vencedor masculino fue el portugués Antonio Silva, mientras que la ganadora femenina fue Verónica Sánchez. De forma novedosa, no sólo se configuró el podio clásico con tres atletas por categoría, sino que salieron a escena un total de 10 por sexo.
En chicos, junto a Antonio Silva, fueron distinguidos según su orden clasificatorio Álvaro Ramos Peña, Juan Calvo Ortega, Ángel Manuel Macarro Martín, Luis Fernando Alaejos Montero, Héctor Sánchez Casado, Jorge Corvo García, David Martín Martín, José Antonio Pérez Vitoria y Rui Manuel de Olivieira. Mientras, en féminas, junto a Verónica Sánchez, se premió a Lourdes Lobato Benito, Ester Rodríguez Sánchez, Sabina Neca, Tania Cruz, Pilar Pérez Hernández, Gloria Florindo Vicente, Elena Calvo Ortega, Alicia Morales Morales y Helena García Luis.
Junto a esos 10 primeros de cada categoría, se premió a los primeros locales, Ángel Manuel Macarro Martín y Pilar Pérez Hernández; a los dos primeros cadetes, Pablo Alaejos Santos y Carlos Montero Tomé; y al primer junior, David García Corchete. Por último, hubo un premio en especie para las dos únicas disfrazadas, Gloria Florindo Vicente y Alicia Morales Morales (que corrieron ataviadas de pinos), y para el atleta de más edad, Antonio Pessegueiro.