2022, el año de Salamanca para reforzar su liderazgo como ciudad del patrimonio y del saber

2022 será el año de Salamanca. Nuevos retos para que la ciudad sea el referente cultural y patrimonial que mantenga viva la tradición del conocimiento y el saber. Tres acontecimientos marcarán este 2022: Salamanca asumirá durante este año la presidencia del Grupo de las 15 Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, a lo que se sumará la celebración del 20 aniversario de la Capitalidad Europea de la Cultura y el V Centenario de la muerte de Elio Antonio de Nebrija.

El nuevo presidente del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad desde el próximo mes de enero y alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, expresaba con estas palabras -en la Asamblea de Alcaldes y Alcaldesas del Grupo celebrado este pasado mes de diciembre- lo que significará para la ciudad. “Salamanca afronta esta presidencia con ilusión y responsabilidad para ampliar la oferta turística y patrimonial del Grupo y dar un nuevo impulso a los eventos culturales, gastronómicos y deportivos”, añadiendo que “el camino que debemos seguir consiste en que el prestigio acumulado siga revirtiendo en beneficios para nuestras ciudades, también para ser merecedores de las ayudas que nos han llegado. Somos ciudades que trabajamos unidas por el bien de nuestro país y eso hay que recordarlo siempre”.

El Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España tiene como objetivo actuar de manera conjunta en la conservación, la puesta en valor y la promoción turística de las 15 ciudades españolas reconocidas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad (Alcalá de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza/Eivissa, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda).

Salamanca ostenta el título desde 1988

Salamanca ostenta el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, concedido por la Unesco, desde el 9 de diciembre de 1988, siendo una de las ciudades españolas que han logrado este importante título. Un reconocimiento a la ciudad del conocimiento y del saber, a su historia, a su cultura, a su patrimonio histórico-arquitectónico, entre el que destacan sus dos catedrales, la Casa de las Conchas, la Plaza Mayor, el Convento de San Esteban y las Escuelas Mayores.

La ciudad alberga la Universidad en activo más antigua de España, la Universidad de Salamanca, creada en el año 1218 por Alfonso IX de León. Fue además la primera de Europa que ostentó el título de Universidad por real cédula de Alfonso X el Sabio en el año 1252 y por la ‘licentia ubique docendi’ del papa Alejandro IV en 1255.

Salamanca ha acogido a intelectuales de la talla de Antonio de Nebrija, Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús, Miguel de Unamuno, Carmen Martín Gaite o Gonzalo Torrente Ballester. No es el único que ha hecho más grande a la ciudad de Salamanca. También Cervantes sucumbió a ella.

“Advierte hija mía, que estás en Salamanca. Que es llamada en todo el mundo madre de las ciencias. Y que de ordinario cursan en ella y habitan diez o doce mil estudiantes. Gente moza, antojadiza, arrojada, libre aficionada, gastadora, discreta, diabólica y de buen humor”. Esta inscripción en el Corrillo, junto a la Plaza Mayor, realizada en sangre de toro sobre la piedra de Villamayor, inmortaliza la cita de Cervantes recogida en su libro 'La tía fingida'.

Un reconocimiento de la ciudad a la figura del ilustre Cervantes al que se suma el medallón con su efigie en la Plaza Mayor, del escultor salmantino Agustín Casillas; una calle que lleva su nombre en el Casco Histórico; un mármol que, en los muros del edificio histórico de la Universidad de Salamanca que dan a la calle Benedicto XVI, pregona incansable desde hace cien años la conocida frase de El Licenciado Vidriera: "Salamanca, que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado"; o la inscripción que recuerda el IV Centenario de la publicación de El Quijote, en sangre de toro, en el mismo lienzo.

Centro de conocimiento

Salamanca ha sido a lo largo de su historia un centro de conocimiento de trascendencia y proyección universal. Un conocimiento que se fraguó en sus interiores pero que también tomó cuerpo en lo exterior, desde la literatura a la arquitectura con tendencias artísticas como el románico, gótico, plateresco y barroco.

Ser considerada la ciudad renacentista española por excelencia, la convierte en única, tanto en la estética arquitectónica y urbana de la ciudad que ha llegado hasta nuestros días, como por la especial relevancia que el pensamiento humanista y el anhelo del saber propios de este periodo dieron a la ciudad. Así, Salamanca, con sus palacios, conventos, casonas y plazas y con sus protagonistas, como fray Luis de León o Francisco de Vitoria, pone de relieve una época de especial impulso en la ciudad.

La riqueza de su patrimonio histórico artístico, el color de su piedra de Villamayor y su condición de ciudad viva, propiciaron que fuera nombrada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en 2002 Capital Europea de la Cultura.