Una perla para cada día

Una perla para cada día, es el título de mi último libro, publicado por el Grupo Fonte. Esta tarde, jueves 9, lo presentaré a las 19:00h en la iglesia de los PP. Carmelitas Descalzos de la C/ Zamora, 59.

La 'perla de gran valor'- es una parábola contada por el evangelista Mateo en el capítulo 13,45-46, y da título a este libro. Jesús está descubriendo los secretos del Reino y nos dice que este se parece a un comerciante que andaba buscando perlas finas; cuando encontró una de mucho valor, fue y vendió todo lo que tenía para hacerse con ella.

Los tesoros, ya sean materiales o inmateriales, los encuentra, normalmente, quien los busca. Y el descubrimiento es algo emocionante. No es solo el hecho de descubrir un tesoro, de saber dónde está, sino que hay que "vender lo que uno tiene para comprar la perla preciosa que nos cambiará la vida.

La intención al escribir este libro en párrafos cortos, es facilitar la lectura y el recuerdo de cada una de las ideas aquí contenidas, de modo que nos podamos servir de ellas a lo largo del día, sin mayor dificultad. Ocurre que, a diario, somos bombardeados de manera continua e inmisericorde por todo tipo de publicidad, con la promesa de alcanzar la felicidad si disfrutamos del producto publicitado. Esto, repetido una y mil veces, ha calado en el inconsciente colectivo hasta el punto de hacernos sentir desgraciados, si no conseguimos tener lo que previamente nos han hecho creer que contiene la felicidad.

Nuestra sociedad busca con pasión esas perlas de gran valor que pensamos que serán nuestro tesoro, el talismán que nos hará felices y nos proporcionará bienestar y felicidad. Pero tendríamos que reconocer que la mayoría de las veces, los tesoros que se nos ofrecen son solo sucedáneos, riquezas que se agotan, calderilla comparada con el gran tesoro de ser y actuar como hijos de Dios.

Es, justamente ahora y aquí, en nuestra realidad concreta, donde nos conviene orar cada día en pequeñas dosis, con textos bíblicos, frases de autores famosos, comentarios para reflexionar y alimentar nuestra vida. El por qué es tan fácil como creer que Dios tiene algo que decirnos, que nosotros podemos esperar confiadamente en Él, y que la situación nos demanda estar en permanente actitud de amor y servicio hacia los demás.