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Marcos Iglesias califica de ?día muy triste? el ?divorcio traumático? de la Ciudad y la Diócesis
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Marcos Iglesias califica de ?día muy triste? el ?divorcio traumático? de la Ciudad y la Diócesis

Actualizado 15/11/2021
David Rodríguez

Desde su punto de vista, "podíamos haber hecho mucho más entre todos", aunque él tiene "la conciencia muy tranquila"

Conocida la noticia del nombramiento como Obispo de José Luis Retana, el alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias, compareció a última hora de la mañana del lunes acompañado de los dos primeros tenientes de alcalde, Beatriz Jorge Carpio y Ramón Sastre, para manifestar el "pesar y tristeza" de Ciudad Rodrigo, porque "la ciudad y la Diócesis llevamos casi 900 años juntos", y esta decisión "no es buena para el conjunto de la ciudad, ni a nivel histórico ni social, porque aleja al Obispo, y además lo tendremos compartido, por lo que notaremos esa compartición".

Sin faltar la "bienvenida" al nuevo Obispo, al que "recibimos con todo afecto" (y del cual asegura tiene "buenas referencias" tras hablar durante la mañana del lunes con el alcalde de Plasencia), Marcos Iglesias resaltó que es un "día triste", porque, aunque la Diócesis no desaparece, "es de facto una pérdida de identidad diocesana de la ciudad", ya que "la Diócesis sin Obispo propio es una Diócesis menguada, que está herida, al igual que su Ciudad hermana", de tal modo que hay un "profundo dolor por el peso histórico de la Diócesis en la ciudad".

Así, el alcalde llegó a calificar este "punto de inflexión en nuestra historia" de "divorcio traumático" entre Diócesis y Ciudad, así como de "poco sinodal", incidiendo en que "muy pocos lo entendemos", porque este nombramiento conjunto "no soluciona ningún problema; no se arreglan los problemas de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, que son los mismos que los de la Iglesia Universal", siendo el único factor diferenciador que "sólo contábamos con una desventaja, la despoblación". En todo caso, el nombramiento para dos diócesis "no va a hacer venir a más sacerdotes".

En torno al movimiento surgido durante el último año para intentar frenar este movimiento de El Vaticano, Marcos Iglesias cree que "podíamos haber hecho mucho más entre todos", porque los que han peleado por la Diócesis "no han sido muchos", calificándolos de "valientes". De hecho, en varios de los contactos que ha mantenido le han venido a decir que todo parecía cosa de "3-4 políticos y que no había un clamor ciudadano", mencionando de hecho la labor junto a la suya de José Ignacio Martín Benito y de varias personas contadas de la propia Iglesia y algunos colectivos.

En lo que a él respecta, asegura tener "la conciencia muy tranquila; he hecho todo lo que he podido, incluso más de lo que podía ser mi obligación", siempre "con lealtad a la Ciudad y a la jerarquía de la Iglesia". Al respecto, enumeró que ha escrito al Rey, al Papa y a todos los Obispos y Arzobispos; que ha viajado a Barcelona para reunirse con el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Omella; que se presentó en la Nunciatura Apostólica en Madrid; que ha hablado con gran parte del episcopado, con la embajada de España en la Santa Sede, y con el Ministerio de Justicia.

Además agradeció el "auxilio" prestado por la Diputación de Salamanca y la Junta de Castilla y León en distintas conversaciones, así como a Salvador Sánchez-Terán, quién incluso se acercó hasta la Nunciatura Apostólica en Madrid. El alcalde apuntó asimismo que sus contactos no se iniciaron el pasado enero, cuando se prendió la pólvora a nivel social, sino en la primavera de 2020, cuando supo que la Diócesis "podía estar en peligro".

Teniendo en cuenta que la Corporación del Ayuntamiento "siempre ha intentado que permanezca la entidad diocesana", considera que la actual Corporación "no puede pasar de largo ante este hecho histórico", por lo que ha convocado para este martes una Junta de Portavoces en la que propondrá la realización de una Declaración Institucional para reflejar la "tristeza" de Ciudad Rodrigo, concluyendo que "no es correcto; pensábamos que tenía que seguir con Obispo propio en la ciudad".