Un coche fúnebre abandona la casa de Mila Ximénez con los restos mortales de la colaboradora

Tras una dura y feroz batalla contra el cáncer de pulmón que le fue diagnosticado hace exactamente un año, Mila Ximénez ha fallecido esta mañana en su domicilio en el centro de Madrid. Muy delicada en la última semana, cuando diferentes informaciones apuntaban a un empeoramiento en su delicado estado de salud, la colaboradora se ha ido rodeada de su familia, que estos últimos días han formado una auténtica piña a su alrededor, colmándola de cariño y apoyo mientras sus fuerzas se iban agotando poco a poco.

Su hija Alba Santana, sus hermanos Manolo, Concha y Nani y algunos de sus amigos más cercanos, con los que tenía una relación casi familiar, no le han soltado la mano en los últimos días, cuando serena, se ha despedido poco a poco de los suyos para descansar, por fin, después de un año de lucha contra un cáncer que, desgraciadamente, le ha ganado la batalla.

Hace unos minutos, poco después de su fallecimiento, hemos sido testigos de cómo una furgoneta de una funeraria acudía a la casa de Mila para transportar su cuerpo a un tanatorio madrileño, donde será despedida como se merece por todos aquellos que la conocieron y la quisieron.

Su hermano Manolo, visiblemente abatido, ha sido el encargado de recibir a los miembros de la funeraria en la puerta del parquing de la casa de Mila, de donde salían poco después con los restos mortales de la colaboradora. Sin palabras en este momento de dolor en el que transmitimos nuestro pésame a su familia.