El Ayuntamiento reparte por cada casa el tradicional convite de la feria con la entrega de una botella de vino y queso de Arribes, y una caja de perrunillas
Aunque el estado de alarma impide la celebración de la feria de San Felipe, el Ayuntamiento de Barruecopardo no quiere que sus vecinos añoren demasiado esta tradicional fiesta del 1 de mayo. Aunque no habrá ganado en el valle Cardadal ni los sones de la gaita y el tamboril anunciado el pasacalles desde la Plaza, los vecinos de Barruecopardo no se verán privados de los mejores sabores de esta fiesta.
Así las cosas, el teniente de alcalde, José Hernández, y la responsable de la oficina de turismo, Lourdes Borgas, procedían este viernes, víspera de San Felipe, al reparto por cada casa de una botella de vino y queso de Arribes, dos de los productos que suelen ser tradicionales en la degustación una vez concluida la feria ganadera, además de una caja de perrunillas.
A su vez, el alcalde de Barruecopardo, Jesús María Ortiz, aprovechaba estas líneas para "felicitar a todos los vecinos" e informarles que la celebración de San Felipe se aplaza hasta finales del verano, "cuando hayamos logrado una inmunidad importante frente al virus con la vacuna y que nos permita celebrarlo con las mejores garantías".