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Un vecino de Vitigudino es sancionado con 601 euros por ir a buscar comida para su mujer celiaca
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Los hechos sucedieron el 3 de abril de 2020

Un vecino de Vitigudino es sancionado con 601 euros por ir a buscar comida para su mujer celiaca

Actualizado 09/04/2021
M. C.

Fue parado en Santa Marta por una patrulla de la Guardia Civil cuando se dirigía a un conocido centro comercial para adquirir en un supermercado alimentos sin gluten

Una vecina de Vitigudino ha denunciado ante LAS ARRIBES AL DÍA el aviso de sanción de 601 euros, que ha recibido en su domicilio hace unos días, como consecuencia de la denuncia formulada contra su marido cuando acudía a un supermercado de Santa Marta a adquirir alimentos sin gluten. Los hechos tenían lugar hace un año, concretamente, en la tarde del 3 de abril de 2020, en pleno primer estado de alarma decretado por el Gobierno como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

Según explica a este diario M. S., sufre una enfermedad intestinal severa que le impide tomar alimentos con gluten, conocida como enfermedad celiaca. Este trastorno intestinal la obliga a llevar una alimentación especial y que va más allá de frutas y verduras, "necesitas otros aportes", añade, productos que "en Vitigudino no encuentro y que adquiero en una cadena de supermercados, por recomendación de mi médico de Digestivo". Esta circunstancia motiva que deba desplazarse cada cierto tiempo a Salamanca para adquirir esos productos, derivados de lácteos en su mayoría, porque el consumo de otras marcas le ha provocado crisis severas.

La última de esas crisis la padeció en diciembre de 2019 consecuencia de consumir productos de otra cadena, "dicen que son alimentos para celiacos pero tienen trazas de gluten. Lo pasé muy mal, casi me muero", añade. En abril de 2020 aún se estaba reponiendo de esa grave crisis, fue tan dura que incluso debió someterse a una trasfusión de sangre tras que le diagnosticaran anemia. Ante este hecho, su marido no lo dudó y se dirigió a Salamanca a adquirir los productos que habitualmente consume sin problemas.

Al llegar a la rotonda Base Aérea de Matacán, en Santa Marta, fue parado por una patrulla de la Guardia Civil. Los agentes le indicaron que no podía estar en aquel lugar, a lo que "mi marido les explicó que iba a comprar productos para celiacos", pero según señala M. S., que pudo asistir en directo a la conversación mediante videollamada, comunicación con la que su marido pretendía demostrar con documentos la enfermedad de su mujer, "se tomaron a pitorreo que fuera a buscar comida para celiacos y que iba a Salamanca porque le daba la gana. Al enseñarle el DNI y ver que es de Bilbao, creo que se lo tomó más a broma. Se empezó a reír de mi marido, lo que me parece totalmente ridículo". Asimismo, asegura que el sargento en cuestión se dirigió a su marido "sin mascarilla" y que "le cogió el DNI sin guantes", lo que provocó una discusión con el guardia al indicarle que "no estaba respetando las medidas de seguridad".

Un año después de estos hechos, "cuando no la esperábamos, porque había hablado después con un superior explicándole lo sucedido", M. S. ha recibido en su domicilio el aviso de sanción a su marido por haberse saltado el cierre perimetral decretado durante el estado de alarma sin haber podido demostrar el motivo que le condujo a ello, pues no le sirvió de eximente el apartado a) del art.7.1 del Real Decreto, en el que se establecía como excepción "la adquisición de alimentos y productos farmacéuticos y de primera necesidad".

Por ello, M. S. considera esta sanción "una injusticia. El guardia debía haber comprendido que mi marido iba con la ropa del trabajo a comprar y regresar a Vitigudino, pero al final tuvo que venirse sin la compra porque le dijo que se fuese cuanto antes si no quería que lo denunciara otra patrulla. Así que se vino para casa sin los alimentos". Este hecho motivaría que durante la aplicación del estado de alarma, se hayan servido de "un compañero de trabajo de mi marido que vive en Ciudad Rodrigo, y que nos ha podido traer los alimentos de esa cadena".

Tras recibir la comunicación de la sanción, esta ha sido recurrida aportando certificados e informes médicos que "no creo que los vaya a revocar nadie", por lo que espera que la denuncia sea archivada, aunque si eso no sucede asegura que "tengo varios abogados que se han ofrecido gratis a través de las asociaciones de celiacos, pues consideran que se trata de un caso patético después haber leído los informes médicos".

Además del apoyo de las asociaciones de celiacos, M. S. también ha recibido el respaldo del Defensor del Pueblo, aunque confía en que no tenga que recurrir a los tribunales: "Solo quiero que este sargento retire la denuncia y pida perdón, que tenga un poco más de empatía con las personas que sufrimos esta enfermedad. Los celiacos no somos ni juguetes ni tontos, somos enfermos que nos deben de respetar y tener empatía con nosotros, que no se vuelva a cometer con otras personas celiacas el error que se está cometiendo con nosotros".